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GUERRA EN LOS BALCANES

Zepa arde 'protegida' por la ONU

HERMANN TERTSCH, El Consejo de Seguridad de la ONU declaró ayer a Zepa y otras cuatro ciudades en Bosnia bajo su protección. Unas 40.000 personas, en su mayoría musulmanes bosnios, muchos llegados desde aldeas próximas en pasados meses, subsistían ayer en Zepa bajo intenso fuego artillero serbio. En los últimos días han muerto varios centenares de hombres, mujeres y niños allí. En cuevas habilitadas como hospitales, se hacinan los heridos.

La ONU, que en Nueva York anunciaba asumir la protección de esta población, no podía ayer siquiera enviar a Zepa a sus observadores. Barricadas en las carreteras, controladas por diversas bandas paramilitares, militares y civiles serbias, impedían el paso a los representantes de la comunidad internacional. El general francés Philippe: Morillon pedía ayer con tanta insistencia como falta de éxito el permiso a las fuerzas serbias para enviar a sus observadores.

Zepa, Gorazde y Srebrenica son los últimos enclaves en Bosnia oriental de lo que hace tan solo un año era la población mayoritaria allí, la comunidad musulmana bosnia. Cuando hace unas semanas el mundo se declaró indignado por el asalto a Srebrenica -o quizá más por las imágenes que de este asalto llegaban a los hogares en Occidente-, los observadores advirtieron que Zepa y Gorazde serían los próximos objetivos de las fuerzas serbias.

Semanas después, este fácil vaticinio se cumple sin que en Zepa, ciudad protegida desde ayer, se encuentren fuerzas de la ONU que al menos fiscalicen la matanza. Los paquetes de comida lanzados con paracaídas en los pasados meses sobre esta ciudad solo servirán, según parece, para que sus cadáveres tengan mejor aspecto.

El líder serbio Radovan Karadzic anunció ayer que sus fuerzas respetarán la decisión de la ONU de declarar "zonas de seguridad" a las tres ciudades de Bosnia oriental, así como a Sarajevo y Bihac. Esta afirmación merece el mismo crédito que la promesa de Karadzic, hecha en Atenas el domingo, de que dimitiría si la asamblea de jefes guerreros e intelectuales fanatizados por el mito de la raza, que algunos llaman Parlamento serbio de Bosnia, votaba en contra del plan de Paz Vance-Owen, como sucedió.

Mientras, en Banja Luka, capital de los territorios conquistados por las fuerzas serbias en Bosnia, desaparecieron ayer dinamitadas las tres últimas mezquitas que quedaban en la región, una de ellas del siglo XVI. Prosigue así la liquidación de toda huella musulmana.El jefe del ejército serbio en Bosnia, Ratko MIadic, nombrado en su día por Milosevic, dejó claro ayer que estas zonas protegidas son un molesto obstáculo para su cercano objetivo de liquidar toda presencia musulmana en Bosnia oriental. Según dijo, Occidente ha iniciado en Srebrenica una operación en su estrategia de "exterminar a la religión ortodoxa" en Europa al salvar a los musulmanes de la derrota segura.

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Las Naciones Unidas conocen los móviles y métodos de Ratko MIadic para saber que la resolución del Consejo de Seguridad no supone nada sobre el terreno si no se impone, en Zepa y Gorazde, la presencia militar internacional. Frente a las firmes convicciones de Mladic poco podrá hacer por Zepa la timidez de la nueva resolución de las Naciones Unidas que pide a aquél respeto para el indefenso.

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