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Crítica:CINE
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Débil relato de la Copa de América

La personalidad de Francis Ford Coppola tiene interés por las películas que dirige (La ley de la calle, Apocalypse Now, Drácula ... ), pero también por aquellas que sólo produce y generalmente realizan jóvenes debutantes.Uno de sus descubrimientos es el documentalista Carroll Ballard, que tan sólo ha rodado tres largometrajes de ficción en una docena de años, el primero y el último producidos por Coppola, aunque el mejor es el segundo de ellos, Los lobos no lloran (1983), una producción de la compañía Walt Disney.

La fuerza del viento, una difícil y no muy lograda mezcla entre falso documental y ficción, es la última colaboración entre Francis Ford Coppola y Carroll Ballard. Básicamente narra una historia de amor, cómo un muchacho pierde a su chica por su pasión deportiva, por su interés por las regatas, por ser el patrón del velero que competirá por la Copa de América, y el tinglado que monta para recuperarla. Aunque la parte de falso documental es tanta que desequilibra el conjunto y hace que el producto finalmente no cumpla sus propósitos.

La fuerza del viento

Wind. Director: Carroll Ballard. Guionistas: Rudy Wuritzer, Mac Gudgeon. Fotografia: John Toll. Música: Basil Poledouris. Estados Unidos, 1992. Intérpretes: Matthew Modine, Jennifer Grey, Cliff Robertson, Rebecca Miller, Jack Thompson. Estreno en Madrid: Imperial, Vaguada, Albufera, Colombia.

La Copa de América es el codiciado trofeo que se disputa en una regata donde compiten por parejas sólo los veleros de unas determinadas características, tiene una antigüedad de unos 140 años y hasta 1983, en que lo gana una embarcación australiana, siempre lo habían conquistado norteamericanos. A partir de estos hechos reales, los guionistas Rudy Wuritzer y Mac Gudgeon han construido una ficción donde se narra la aventura vivida por uno de los perdedores para recuperar el preciado trofeo.

Documentalista

El problema de La fuerza del viento, como suele ser habitual en las películas deportivas, es que primero se supone que el espectador normal tiene una información que generalmente desconoce, y después, que se dedica demasiada parte del metraje a reconstruir los encuentros deportivos, con irregulares resultados.Con el agravante en este caso de que una regata es especialmente difícil de rodar y de que los grandes bloques inicial y final dedicados a ellos, quizá por no contar con el presupuesto necesario, no resultan especialmente vistosos ni didácticamente claros. Carroll Ballard no muestra en ellas sus habilidades como documentalista.

Más interés presenta la parte central, en gran medida desarrollada en un perdido hangar cerca de un desierto del estado de Nevada, donde los cuatro intérpretes diseñan, financian y construyen el velero de sus sueños. Aunque más por lo bien que siempre funciona en cine la historia de un grupo de personas que se unen para construir algo de la nada que porque esté especialmente bien narrada.

Entre todos estos materiales, la historia de amor sobre la que se apoya la estructura de La fuerza del viento sólo se mantiene en pie porque tanto Matthew Modine como Jennifer Grey, sus principales intérpretes, dan muy bien el tipo requerido y se mueven en ella con soltura.

Da la impresión de que Carroll Ballard sólo se toma la película como una excusa narrativa y no le concede la importancia que hubiese requerido para llegar a convertirse en algo sólido y con peso específico.

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