La Comunidad Europea, decidida a aplicar el plan de Vance y Owen aunquel se opongan los serbios
LLUÍS BASSETS, El plan de paz de los mediadores internacionales Cyrus Vance y David Owen seguirá adelante aunque los serbios de Bosnia lo rechacen, según aseguré ayer en la sede de la OTAN el propio presidente de la conferencia de paz y autor del plan, David Owen.
La teoría desarrollada por los aliados europeos es que el uso de la fuerza en Bosnia debe supeditarse a un objetivo político claro, que en este caso es la aplicación del plan de paz. Europeos y norteamericanos están plenamente de acuerdo en la necesidad de tomar decisiones rápidas y enérgicas para terminar con la guerra en Bosnia, pero mantienen diferencias sobre quién debe encargarse del mando de la operación y la base jurídica de ésta.
Washington sostiene que las actuales resoluciones de la ONU, que autorizan "las medidas necesarias" para asegurar la llegada de la ayuda humanitaria, bastan para realizar bombardeos selectivos o incluso una intervención más amplia. La opinión más aceptada por los europeos, sin embargo, es que hace falta una nueva resolución del Consejo de Seguridad que cubra las acciones ofensivas que exige la aplicación del plan Owen-Vance. Esa resolución implicaría políticamente a Rusia, aliado tradicional de Serbia, y proporcionaría más credíbilidad al plan.
Control político
El mando de la operación es otro de los puntos que suscita divisiones, a pesar de que existe consenso sobre el control político por parte del Consejo de Seguridad. EE UU desea mantener un control directo sobre la operación, a través de su presencia en el Comité Militar de la OTAN, mientras que el secretario general de las Naciones Unidas, Butros Gali, sostiene la idea del nombramiento de un comandante de la ONU, idea que suscita las simpatías de Francia, país no integrado en la estructura militar de la Alianza.
David Oweri aseguró ayer que estas diferencias estaban en camino de resolverse. La definición del mando de la operación, según fuentes de la OTAN, quedará determinada por la propia composición de la fuerza de paz: quien más soldados aporte más pesará en la organización y nombramiento del mando. Todos estos detalles quedarán ultimados en las próximas horas, tras los contactos entre Christopher y los responsables europeos hoy en Bruselas, en los que se determinará la oferta de fuerzas de cada país y las características de la operación.
En su conversación con los representantes de los 17 socios de la OTAN, Owen reconoció ayer que su plan de paz es "muy difícil, pero no imposible" de aplicar, y confirmó que las cifras adelantadas sobre el número de soldados necesarios son aproximadas, pero pueden ser mucho mayores. Aseguró también que la operación implicaba compromisos "a muy largo plazo" si se desea llegar a una pacificación total de la zona, a la desmilitarización y a la celebración de elecciones libres.
La UEO (Unión de Europa Occidental), por su parte, desea crear una zona neutralizada en la capital bosnia, Sarajevo, como contribución del futuro brazo europeo de la defensa a la aplicación del plan Owen-Vance. Bajo el nombre de Puerto de Salvación el plan calcula que deberán intervenir unos 15.000 hombres en su aplicación.
La operación implica la eliminación de toda la artillería pesada actualmente desplegada por los serbios alrededor de Sarajevo y el control sobre los numerosos individuos armados de las tres etnias que hay en la ciudad y sus alrededores. El plan Owen-Vance prevé el mantenimiento de Sarajevo como capital multiétnica de la nueva Bosnia regionalizada. La UEO se coordinará con la OTAN y la ONU para la aplicación de esta parte del plan y se someterá al mando conjunto unificado que dirigirá la operación de paz.
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