_
_
_
_
_
ELECCIONES 6 DE JUNIORADIOGRAFÍA AUTONÓMICA

Juan Hormaechea resiste la lluvia

El declive económico de Cantabria se: asemeja a esos días lluviosos del norte, en que el agua cae pausada y penetrante. En los siete últimos años, la región se ha alejado lenta y progresivamente del crecimiento medio nacional de la economía. En los mejores años del pasado reciente, entre 1985 y1992, el crecimiento de su riqueza regional ha sido el más bajo (le todas las comunidades autónomas, exceptuada Asturias. En ese periodo, 13 de las 17 comunidades autónomas aumentaron más que Cantabria la renta familiar disponible. En poco más de tres lustros, los cántabros han descendido nueve puestos, del 15 al 24, en Producto Interior Bruto (PIB) por habitante y provincia.La incorporación a la CE ha endurecido la adaptación -necesaria en todo caso- a las reglas de la competencia en la ganadería europea. De 18.000 explotaciones existentes en 1985, quedaban 3.800 en 1992. De 11 empresas dedicadas, en 1980, a la producción de lácteos, permanecían 6 el año pasado. La década de los ochenta ha invertido la tendencia en el empleo, y ahora el paro supera la media nacional.

Con un presupuesto anual, en este momento, de 50.000 millones de pesetas, el Gobierno autonómico ha situado a la región en una deuda de unos 90.000 millones. Es el coste de la política del presidente regional, Juan Hormaechea, cuyas vistosas obras públicas le han reportado una imagen de hombre emprendedor y un electorado más amplio que el del Partido Popular, además del agradecimiento de algunos constructores. A cambio, su personalismo próximo al caudillismo le ha convertido en un personaje progresivamente desacreditado, cuyas actuaciones oscilan entre la habilidad de quien es listo y el ridículo de quien ha perdido los papeles.

Su última jugada ha mandado al traste la estrategia paciente de José María Aznar. El líder del PP soportó primero continuos reproches por respaldar a un político procesado por prevaricación, y lo hizo con la esperanza de retener en estas elecciones bajo las siglas del PP a todo el centro-derecha cántabro. Pero esa paciencia no le ha servido de nada: se ha encontrado con que a su partido le ha salido como rival ese presidente a quien él apoyó frente a las críticas.

A lo largo de los últimos cuatro años, los populares se han mostrado incapaces de encontrar, o de crear, una figura política que eclipse al arrollador Hormaechea. Un político que no se da por aludido cuando dimiten seis de sus nueve consejeros, y que cuando quiere garantizar la fidelidad de seis diputados autonómicos les convierte en asesores con sueldo millonario.

En el lado socialista, los máximos dirigentes regionales del PSOE se asientan en un dominiototal del partido, a falta de lid erazgo en la sociedad, y en la utilización de las victorias como apuntalamiento de posiciones personales, mientras que las derrotas son atribuidas al desgaste del Gobierno de la nación.

En esta ocasión, el PSOE no tendrá como rival a la ex vicepresidenta nacional del PP Isabel Tocino, que tras un enfrentamiento con Hormaechea tan abierto como poco tenaz y poco respaldado, ha preferido presentarse para diputada por Toledo.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_