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Todo Antonio López, por fin en Madrid

El pintor pide disculpas, pero asegura que no lamenta su plante al Reina Sofía

ÁNGELES GARCÍA, La exposición antológica del pintor Antonio López podrá ser vista por el público a partir de mañana en el Centro de Arte Reina Sofía, después de siete meses de retraso. Hoy, la muestra será inagurada oficialmente por la reina Sofía. Ayer lunes, el pintor y la directora del museo, María Corral, presentaron conjuntamente la exposición, dando la impresión de que las asperezas que provocaron el plante del artista han quedado olvidadas. "Pido disculpas por el retraso", dijo Antonio López, "pero no me arrepiento de lo que hice".

Hasta última hora se admitían apuestas. Eran muchos los que temían que el pintor, tan aparentemente inseguro, diera un nuevo plante y la exposición antológica, primera de estas características que se celebra en España, fuera aplazada. Pero no. Ayer, poco después de las diez de la mañana, Antonio López recolocaba algunas de las 180 piezas que entre pinturas, esculturas y dibujos integran su exposición. Vestido con chaqueta y pantalones verdosos, el pintor hizo un alarde de coquetería colocándose una corbata en los mismos tonos para salir mejor en las fotos. Con el buen tono y paciencia de siempre fue repitiendo ante distintos periodistas las razones del plante de septiembre ("consideré que la corriente realista estaba marginada y me sentí obligado a decirlo"), a la vez que hablaba del reencuentro con sus obras más jóvenes y mostraba sus paisajes sin terminar pero que exhibe con el ánimo de que la gente sepa detalladamente cómo realiza su trabajo. Luego, un par de horas después, protagonizó junto a María Corral una de las ruedas de prensa más multitudinarias que se han producido en el Reina Sofía. Corral empezó bromeando sobre su clara desventaja sobre la gran fotogenia del pintor y después pasó a señalar la gran importancia de la exposición, "que se le debía y en la que estaban trabajando desde 1991". Después, aunque Corral consideraba que se ha escrito ya mucho sobre las desavenencias entre ambos, López aceptó responder a la pregunta de un periodista interesado por el estado del enfrentamiento. "Después del intercambio de cartas y conversaciones", explicó el pintor, "decidimos seguir adelante con la exposición. No se hizo entonces porque no quise que las cosas se enconaran y pedí un aplazamiento que nos alejara de las turbulencias de aquel momento".Frutas, gusanos y pulgones

María Corral añadió que en la colección permanente nunca quiso excluir ninguna tendencia o movimiento. "La selección sólo estaba hecha en función de la calidad, y de López sólo teníamos una obra menor, Los novios, de 1955. Lo mismo ocurría con otros importantes artistas realistas, que las obras que teníamos no eran las que mejor representaban su trayectoria. Tenemos el problema de contar con un escaso presupuesto y hasta 1994 no dispondremos de fondos. Pero yo quiero aprovechar y hacer un llamamiento a los coleccionistas para que, al igual que ocurre en el extranjero, hagan donaciones al museo, única manera de contar con obra del nivel que estos artistas tienen y cuyos precios ya se escapan a nuestras posibilidades.

La exposición de Madrid, que se podrá ver hasta el 19 de julio, arranca con un dibujo firmado en 1949, y a través de las 180 obras (pintura, escultura y dibujo) que se exhiben se da un repaso profundo y detallado a la obra del pintor. "En la exposición he incluido bastantes cosas que llevo en marcha y las muestro tal cual. Con tantas piezas, encuentro que hay trabajos que pueden ser repetitivos y que no aporten gran cosa, pero la comisaria, Paloma Esteban, era partidaria de mostrar toda la fruta con sus gusanos y pulgones. Hay otras piezas en las que la repetición es intencionada. Por ejemplo, de la escultura de La mujer dormida se puede contemplar una reproducción en bronce, otra en escayola y otra en madera policromada. Se trata de mostrar cómo cambia un mismo trabajo con distinto material".

Arrepentimientos

Á. G, Es difícil que Antonio López dé por terminado un cuadro. No importa los años que hayan pasado. Él mismo reconoce que es lento en la elaboración. Es ilustrativa la anécdota del cuadro de una pareja, encargo del padre de la novia como regalo de bodas, que fue entregado cuando ya el matrimonio se había disuelto y la novia pidió que el pintor borrara el rostro del ex marido. El pintor empezó a suprimir la figura del hombre, pero a la mitad sintió que no podía seguir y dejó el cuerpo emborronado con el añadido de un dibujo de un niño Los paisajes son retocados una y otra vez por el artista. "Algunos propietarios son muy amables y no ponen pegas, pero otros se niegan en redondo".

"Hay veces que no tocarías nada porque ves que, dentro de lo que tú eres, acertaste en aquel momento. Pero frecuentemente no es así. Se puede acertar de joven, ajustando todos los elementos de una forma certera y armoniosa. Otras veces te equivocas. Aunque la obra básicamente la reconozcas, a veces hay una nube o un hombre que te impide entrar en el paisaje. Casi siempre tengo la necesidad de eliminar. Nunca de añadir".

Asegura López que si le dejaran destruiría algunos cuadros, y en muchos casos suprimiría detalles. Del paisaje de una calle de Tomelloso, Santa Rita, ha borrado la figura de un hombre que estaba colocado en primer plano. "Es un préstamo de una señora de Tomelloso. La pintura estaba negra como una morcilla. Me lo habían comprado en 1961. Lo estaba limpiando, pero al ver la figura del hombre a la entrada de la calle vi que la figura era un error tremendo y lo he suprimido. Ahora tendré que preguntar a la señora si está de acuerdo. En el caso de que ella crea que el cuadro pierde, repinto la figura, pero espero que no sea así".

Su lentitud y repintes permanentes hacen que él sea el primero en desconfiar de poder llevar a cabo el último encargo que ha recibido: un retrato de los Reyes. "Acepto el encargo, pero no sé si lo terminaré alguna vez, porque tendré que trabajar con fotografías, y no es mi forma de pintar. Si con los modelos al natural me tomo mi tiempo, imagínense con fotografías".

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