'Retorno'
Según las crónicas más fiables, en el lejanísimo año 1972 crecía el primer germen de Asfalto. Durante la década de los setenta, el grupo madrileño conjugó un rock muy propio de su tiempo con textos reflexivos que calaron hondo entre la juventud de la transición política. En los ochenta, el grupo sobrevivió con dignidad pese al escaso apoyo prestado por los medios de comunicación.En la tercera década de su existencia, el irónico título de Sólo por dinero reflejaba en realidad un Asfalto maduro que regresaba al escenario ante el vivo recuerdo de su público. La enfermedad del carismático batería Terry Barrios les obligó a despedirse de las actuaciones en directo. Su fallecimiento reorganizó a sus compañeros y amigos en un memorable festival.
Asfalto
Julio Castejón (guitarra, voz), José Luis Jiménez (bajo, voz), Lele Laina (guitarra, voz). Sala Canciller. Entrada: 1.500 espectadores.
El local se llenó, pese a la sobredosis de conciertos de estas semanas. Y es que este grupo tiene una audiencia fiel y que está dispuesta siempre al entrañable juego del recuerdo. El público perdonó casi todo, incluso un sonido pobre y escaso, que echó abajo al menos la mitad de su repertorio. No se vivió la noche memorable que se presumía.
Como dos componentes lo fueron de Topo, grupo hermano de Asfalto, también suenan piezas de esta desaparecida banda vallecana, como la nostálgica Mis amigos dónde estarán. Sólo en este tramo final de la actuación, la interpretación de la inocente historia del Capitán Trueno y el viejo himno libertario de Días de escuela calentó el ambiente.
Algunas apariciones realizó el teclista Jorge G. Benegas, miembro de Asfalto durante buena parte de, su trayectoria. En los sucesivos bises, el grupo agotó su listado de canciones, recordó los viejos días en que versionaban a los Beatles y, ante la insistencia de una afición ejemplar, tuvo que repetir temas iniciales. Asfalto, hasta en sus noches menos afortunadas, tiene la suerte de contar con una clientela benévola que sólo les pide escuchar ese puñado de buenas canciones, aunque las desluzca el sonido.
Babelia
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