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"No están limpios los distritos púbIicos ni los privados"

Los barrenderos municipales ganan más y no trabajan solos

Javier Casqueiro

Las siluetas de Agustín Alonso Iglesias y Manuel Jimeno Méndez son distintas, pero sus vidas, privadas y profesionales, siguen caminos casi idénticos. Se levantan a las cinco y media en barrios periféricos y cumplen su jornada laboral a las dos de la tarde tras dar esplendor con sus escobas a una porción de Madrid. Los dos culpan de la suciedad de las calles y de la actual huelga de barrenderos al Ayuntamiento. Uno es funcionario, trabaja menos (libra 17 sábados más al año) y cobra más (25.000 pesetas cada mes). El otro es empleado de una contrata y empuja su carrito solo.

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Agustín Alonso tiene 63 años y lleva 33 barriendo para el Ayuntamiento. Ahora limpia Aravaca. Es delegado sindical por UGT desde hace tres lustros. Su nómina se engorda hasta 120.000 pesetas mensuales gracias a 10 trienios. Está casado, reside en un piso de 103 metros cuadrados alquilado por 2.200 pesetas al Ivima, en Orcasitas, y ha alimentado y dado profesión a dos hijos.Agustín consiguió el empleo por recomendación. Entonces era así. Él mismo ha ayudado a más de 35 peones a buscarse la vida. Empezó por 34 pesetas. No barre en la calle ni los sábados ni los domingos.

Manuel sólo suma 33 años pero acumula siete de experiencia en la empresa Cespa, ahora en el distrito de Ciudad Lineal. Cobra 95.000 pesetas al mes. Libra 35 sábados al año, dispone de una casa en propiedad de 56 metros cuadrados en San Cristóbal de los Ángeles y soporta una deuda de 400.000 pesetas con los bancos. También está casado, tiene una hija y pertenece a CC OO.

Los dos barren siete horas diarias con un cepillo, una pala, un escobijo y un carrito. Agustín, el funcionario, va en pareja. Manuel, solo.

Ganar lo mismo

"Los sindicatos de las concesionarias piden una cosa [equiparación en salarios y jornada con los municipales] que yo veo justa, lástima que no puede ser porque si pertenecen a privadas no pueden ser funcionarios", argumenta Alonso. "Nosotros no gritamos nunca municipalización sino equiparación. Sólo queremos ganar lo mismo por hacer el mismo trabajo", replica Jimeno.Tanto Agustín como Manuel reconocen que Madrid está sucio y encuentran el mismo culpable: el Ayuntamiento. "Ni están limpios los distritos barridos por las priadas [catorce] ni los municipales [siete]. Madrid tiene que estar hecho un mierda porque no hay plantilla suficiente. Harían falta unas 1.500 personas para poder pasar todos los día por todas las calles", señala el barrendero-funcionario, uno de los 1.400 que limpian las calles de Madrid.

"Jamás se me ocurriría pensar que un compañero municipal trabaja menos que yo. Ni lo valoro, pero hay una cosa que está bien clara: nosotros somos 2.000 y llevamos 14 distritos. Ellos trabajan ingual pero su zona es más pequeña y es lógico que esté más limpia. Además ellos tienen mejor y más nueva maquinaria. Yo responsabilizo al Ayuntamiento por privatizar un servicio que debería cubrir, porque para alo pagan impuestos los madrileños", razona Jimeno.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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