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Un informe mundial destaca la contaminación causada por el menor uso del tren

"Por cada tonelada de mercancías que pasara de la carretera al ferrocarril en el Reino Unido, las emisiones de carbono a la atmósfera -causantes del efecto invernadero- disminuirían en un 88% por kilómetro". "Al no dedicar fondos financieros adecuados al ferrocarril, los gobiernos han perdido oportunidades muy importantes de proteger su medio ambiente". El dato y la conclusión son del Informe 1993 sobre El estado del mundo, del prestigioso Worldwatch Institute, que se publicará la próxima semana en España y que critica fuertemente a los Gobiernos por divagar mucho sobre cómo contener la contaminación y, sin embargo, dejar cada vez más abandonado el tren.

El estudio, firmado por Marcia D.Lowe y editado en español por el Centro de Investigación para la Paz (CIP), destaca el "brusco" abandono del ferrocarril en favor del coche en Estados Unidos, donde por cada kilómetro realizado en tren se hacen 158 en coche, y en Canadá y el Reino Unido, donde la proporción es de 76 y 10, respectivamente. Entre las causas, cita las fuertes presiones de la industria automovilística.En los países del este de Europa, la situación es aún favorable para el tren: en Rusia y Checoslovaquia, por cada kilómetro en carretera se hacen 10-en vía ferroviaria. Sin embargo, casi todos los ferrocarriles de esos países han perdido viajeros en una proporción del 14% entre 1989 y 1990. Otros países, como Japón, China y la India, presentan situaciones equilibradas. En Japón, por cada kilómetro en tren se hace 1,6 en carretera; aunque la situación está cambiando de forma muy rápida a favor de los coches. "Los Gobiernos han acelerado la decadencia del ferrocarril asignando presupuestos siempre insuficientes a sus redes", dice el estudio.

En España, que ocupa una situación intermedia en el plano mundial, por cada kilómetro de viaje ferroviario se realizaban seis por carretera a finales de los años ochenta. En 1990-1991, el tren supuso sólo el 5,82% del transporte de mercancías (una de las tasas más bajas de Europa), según datos del Ministerio de Obras Públicas y Transportes, y en torno al 12% del de viajeros, incluyendo las líneas de cercanías.

El Gabinete de estudios de Renfe, aunque señala que no tiene datos de años anteriores para hacer comparaciones, reconoce que el trozo del tren en esa tarta viajera cada vez es menor. El plan que ha puesto en marcha Renfe este mismo año incluye la reducción de un 6% de los servicios de largo recorrido.

Olvido injustificado

Pedro Pérez del Campo, gerente de Medio Ambiente de Renfe, resume: "Hay gran distancia entre las declaraciones políticas y las voluntades políticas. No entiendo cómo se negocian tantos convenios para reducir las emisiones contaminantes y, sin embargo, nadie se acuerda del tren, de volver a apoyar al tren. La política de transportes no puede continuar así mucho tiempo". Precisamente este viernes vuelven a reunirse los ministros encargados de medio ambiente en la CE para debatir cómo reducir las emisiones de dióxido de carbono y la implantación de un impuesto ecológico.Según el Worldwatch Institute, organismo norteamericano centrado en los estudios ambientales, transferir un 5% del tráfico por carretera en Estados Unidos al ferrocarril supondría ahorrar 160 millones de barriles de petróleo al año, lo que supone una sexta parte del total importado desde Oriente Próximo.

El estudio destaca la preocupante situación dentro de la CE: "La Comisión Europea estima que entre 1990 y 20 10 el volumen de tránsito de mercancias por carretera se incrementartá en un dramático 42%. Alarmada por la perspectiva de una congestión de tráfico totalmente ingobernable, la ejecutiva de la CE propone el desvío del tráfico de cargas de la 11 carretera al ferrocarril y el transporte marítimo y fluvial".

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