El Gobierno se plantea condonar a la Iglesia una deuda de 3.500 millones

El Gobierno socialista se plantea, desde el pasado mes de febrero, condonar a la Iglesia católica una deuda de unos 3.500 millones de pesetas. La medida, de la que no ha sido informada la Conferencia Episcopal Española, forma parte de la propuesta realizada en junio de 1992 por el Ejecutivo a la Iglesia para modificar su sistema de financiación.La fórmula planteada contempla la progresiva sustitución de la asignación tributaria, también llamada impuesto religioso, por las donaciones directas de los fieles, que desgravarían.

La deuda tiene su origen en el ejercicio fiscal de 1991, cuando venció el periodo de tres años de entrada en vigor de la asignación, tributaria. Los acuerdos entre el Estado y la Santa Sede establecen que cada año, durante los tres primeros de entrada en vigor de la fórmula, debía fijarse un porcentaje -finalmente no establecido- para asegurar a la confesión católica ingresos anuales de 15.260 millones. Caso de no alcanzar esta cantidad a través de la asignación tributaria, el Gobierno estaba comprometido a completar los ingresos.

Vencido este periodo, el Ejecutivo introdujo en la ley de Presupuestos Generales correspondiente a 1991 un párrafo indicando que, a partir de ese ejercicio económico, la aportación estatal sería "a cuenta"; es decir, como un préstamo. Pues bien, el complemento del Gobierno con cargo al ejercicio de 1991 rondó los 3.500 millones de pesetas, cantidad que el Ejecutivo se plantea condonar. Fuentes gubernamentales han señalado a este diario que la propuesta está en poder del vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, desde comienzos del pasado mes de febrero, días antes que fueran renovados todos los cargos en la Conferencia.

La cantidad que el ejecutivo socialista se plantea condonar se verá notablemente incrementada cuando se hagan públicos, presumiblemente el próximo mes de junio, los ingresos obtenidos por la Iglesia católica a través del impuesto religioso correspondientes a la declaración de renta de 1992.

'Chismes de portera'

La nueva cúpula de la Conferencia Episcopal tiene asimismo previsto pedir una audiencia con el presidente del Gobierno, Felipe González, pese a la contienda electoral. Numerosos obispos, reunidos desde ayer en Madrid en una reunión de la Comisión Permanente de la Conferencia, criticaron el tono de la precampaña electoral y reclamaron de los candidatos que expliquen sus programas y eviten las descalificaciones. "Eso queda [las descalificaciones] para los chismes de portera, con el debido respeto para estas personas", declaró a Europa Press Antonio Vilaplana, obispo de León.El obispo secretario, José Sánchez, anunció que, como siempre, la Conferencia Episcopal difundirá una nota de cara a las elecciones, pero sin decir a los fieles a qué partido han de votar. Sánchez, titular de Sigüenza, criticó implícitamente la postura del Partido Popular de mantener la actual legislación sobre el aborto. "No me sorprende, porque la mentalidad de nuestra sociedad anda por ahí y no es fácil encontrar partidos que se jueguen el tipo a la hora de una declaración de principios cuando entra en juego la vida humana y los valores morales", dijo.