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Los Ángeles mira ahora hacia su reconstrucción

Antonio Caño

Superado -aunque todavía con un fuerte despliegue policial en las calles- el primer momento de tensión tras el veredicto en el caso King, Los Ángeles, símbolo de la grave crisis de las grandes ciudades de Estados Unidos, mira ahora hacia su reconstrucción con la esperanza de que el presidente Bill Clinton invierta aquí tanto, al menos, como quiere hacer en la Federación Rusa en apoyo de las reformas. "Clinton tiene ahora la oportunidad de visitar esta ciudad y ofrecerle apoyo" dijo el líder negro Jesse Jackson.

La mayoría de los líderes comunitarios, convencidos de que la paz de estos momentos es más aparente que real, han pedido al presidente norteamericano que visite Los Ángeles con ocasión del aniversario de los sucesos de abril pasado y presente un importante paquete te ayuda económica para el desarrollo de los barrios más marginados. En aquellos sucesos murieron más de 50 personas y se produjeron daños evaluados en unos 115.000 millones de pesetas.La ciudad mantuvo ayer la calina que sucedió el sábado al anuncio del veredicto que declaraba culpables a dos de los policías implicados en el caso King e inocentes a los otros dos. La presencia de 6.500 policías en las calles hizo que incluso se redujeran los incidentes habituales de un fin de semana.

Siete semanas

Después de siete semanas de tensión durante los que se temió lo peor, al final no ha sucedido nada. Pero tampoco se han solucionado ninguno de los problemas que hacen de esta ciudad un barril de pólvora a punto de estallar en cada momento. El sábado, por ejemplo, un mínimo incidente en la salida de un concierto de rap hizo cundir el pánico en la zona por unos minutos. Cualquier día, cualquier pequeño suceso de esas características puede desencadenar una ola de violencia en una ciudad abonada para ello.

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Ahora, en efecto, no ha sucedido nada, pero el índice de desempleo del condado de Los Ángeles sigue siendo casi un tercio superior al de la media nacional norteamericana, la venta de armas sigue siendo casi el doble que la de otros condados y un ejército de más de 100.000 pandilleros armados sigue imponiendo su ley en la mayoría de los barrios.

Una de las particularidades de la crisis provocada por el episodio de Rodney King es que esos pandilleros se han convertido en interlocutores válidos para los líderes comunitarios e incluso para las autoridades.

Nuevos portavoces

Portavoces de las bandas son frecuentemente entrevistados por los medios de comunicación y su voz es una de las que más alto suenan a la hora de pedir un esfuerzo nacional para salvar este dificil, experimento de cultura interracial que se llama Los Ángeles.

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