Amato desvincula de la consulta el futuro de su Gobierno
El presidente del Gobierno, el socialista Giuliano Amato, que el pasado viernes ya había advertido que no dimitiría automáticamente tras los referendos, ha desvinculado aún más de la consulta el futuro de su Gabinete al adelantar a hoy una entrevista con el presidente de la República, que en principio se había anunciado para mañana, martes. Amato ha querido destacar, de este modo, que su encuentro con Oscar Luigi Scalfaro para decidir cómo afrontar el futuro inmediato se celebrará antes de que se conozcan los resultados de los referendos.Con todo, el primer ministro italiano no oculta que su Gobierno "está agotado", y es probable que personalmente tenga incluso verdaderas ansias de dejarlo. Pero, casi inevitablemente, se encontrará con la misma situación que hubo de afrontar hace pocas semanas, tras la séptima dimisión por presunta corrupción de un ministro. suyo, cuando Scalfaro le dijo que la prioridad era evitar vacíos de poder y que debía seguir en el cargo hasta que se lograra formar otro Gobierno.
Hoy como entonces, los democristianos siguen divididos en tomo a una eventual incorporación al Gabinete de los ex comunistas, que, por otra parte, se mantienen igualmente reacios a comprometerse con una política económica impopular. Sobre todo ahora que la eventualidad de un sistema electoral mayoritario y los sondeos de voto les abren las perspectivas del control del Parlamento. De ahí que se afiance la tendencia a esperar a las elecciones municipales del próximo 6 de junio.
Este bloqueo actual de la situación, derivado de la gran fragmentación entre partidos que, por otra parte, según resulta de las investigaciones sobre la corrupción, llegaron a institucionalizar un auténtico contubernio, explica el cambio histórico de actitud de los italianos ante la proporcionalidad tradicional de sus mecanismos representativos.
Un fantasma recurrente en la prensa italiana de los últimos meses ha sido la ingobernabilidad de la República de Weimar, sobre la que Adolf Hitler basó su victoria electoral de 1932, también con la ayuda de una cierta corrección del sistema electoral.
Hay síntomas de que el caso italiano evoluciona. Es nuevo, por ejemplo, el hecho de que la Fiat haya decidido que su consejero delegado, Cesare Romiti, se presente la próxima semana ante el juez para hacer un reconocimiento siquiera parcial de culpabilidad del grupo. Pero esta misma semana, Bettino Craxi y Giulio Andreotti volverán a oponerse a ser procesados. Y mientras unos partidos iniciarán un largo debate sobre la reforma de la ley electoral, otros seguirán pidiendo la convocatoria de elecciones inmediatas con el sistema antiguo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.