Solana deja entrever una participación aérea de España

El ministro de Asuntos Exteriores, Javier Solana, dejó la puerta abierta ayer a una participación de la Fuerza Aérea Española no sólo en el control de la zona de exclusión aérea sobre Bosnia, sino en eventuales acciones ofensivas contra Serbia y sus milicias que hostigan a los musulmanes bosnios.En una entrevista a la cadena radiofónica SER, el ministro describió las sanciones adoptadas ayer de madrugada contra Serbia "como las más duras aprobadas por la ONU", pero las justificó: "Las circunstancias lo merecen. Vivimos momentos en los que estamos todos consternados por la violencia y las atrocidades que están teniendo lugar y con la falta de respeto a las decisiones que se toman en el ámbito internacional".

Advirtió Solana que si aun así los serbios prosiguen con su agresión y no acatan el plan de paz de los mediadores David Owen y Cyros Vance habrá que dar "un paso en otra dirección, abandonando la diplomática, y entrando por otro camino que nadie desea pero que acaso sea imprescindible". La víspera, su colega de Defensa, Julián García Vargas, fue más explícito al evocar el uso selectivo de la fuerza contra los serbios por parte, probablemente, de la aviación de la OTAN.

A la pregunta sobre si participaría España en esas acciones militares concretas contra los serbios, el ministro español contestó: "España tiene un compromiso con Yugoslavia (...), y no sería razonable que no hiciéramos valer nuestros compromisos hasta el final".

La fuerza aérea de Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Holanda es ahora la encargada de hacer respetar la prohibición, decretada por la ONU, de sobrevolar Bosnia e impedir así los bombardeos de la aviación serbia o el mero transporte de tropas y armamento en helicópteros. El jefe de la diplomacia española mantuvo que no había necesidad de que España se sumase a esas operaciones "a menos que, en un futuro, razones de recicla e de aviones" lo justificara. "Por el momento", concluyó Solana, "no hay ninguna solicitud" para que España ponga aviones a disposición de la OTAN en Bosnia, "pero sí estaríamos dispuestos a hacerlo si fuera necesario. No vamos a hacer dejación de esa responsabilidad y solidaridad internacional".

Solana invitó, por último, a las autoridades rusas a "reflexionar seriamente en relación con el papel que en este momento deben jugar con relación a la nueva Yugoslavia", un país sobre el que pueden ejercer una influencia moderadora.

Lamentó, que las nuevas sanciones tarden nueve días en entrar en vigor -una condición impuesta por Moscú para no vetarlas en la ONU-, hasta después del referéndum del 25 de abril, gracias al cual el presidente Borís Yeltsin espera consolidar su tambaleante poder.