Asuntos Exteriores dispondrá de una sede única en 1995
El jefe de la diplomacia española, Javier Solana, anunció ayer que todos los servicios del Ministerio de Asuntos Exteriores quedarán reagrupados en un solo y nuevo edificio en vísperas de la programa presidencia española de la CE, prevista para el segundo semestre de 1995. Las diversas direcciones de Asuntos Exteriores están actualmente repartidas por 24 edificios de Madrid, diez de ellos arrendados con un coste de 420 millones de pesetas anuales.Una nota interna del ministerio señalaba recientemente que esta dispersión causa "serias distorsiones en el funcionamiento" y lo encarece porque es necesario multiplicar las dotaciones de material.
La decisión de reunir todas las dependencias fue tomada el jueves por la junta de edificios de la Administración que eligió un solar del Estado, en la calle del Padre Damián esquina con Fray Bernardino Sahagún, no lejos de la Castellana. La paternidad de la idea de llevar a cabo este reagrupamiento es del subsecretario de Exteriores, Máximo Cajal, que empezó por someterla en su día al anterior ministro, Francisco Fernández Ordóñez.
Exteriores conservará, sin embargo, su sede principal, el palacio de Santa Cruz, la antigua cárcel de Corte, en pleno centro de Madrid, así como el palacete anejo de Viana. Ambos edificios se seguirán utilizando para recepciones y comidas oficiales. "Lo más importante", comentó ayer Solana en un encuentro con la prensa, "no es tanto disponer de más espacio por persona sino contar con un edificio en el que se puedan introducir tecnologías modernas de comunicación con el exterior. La separación física de los diferentes servicios planteaba además algunos problemas de comunicación que ahora quedarán resueltos".
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