La salubridad de las zonas de baño de ríos, lagos y embalses empeoró notablemente el pasado año

La salubridad de las aguas de las playas españolas ha mejorado el pasado año, pero, en contrapartida, la de los ríos, lagos y embalses ha empeorado notablemente, según los resultados del Programa Nacional de Vigilancia de la Calidad de las Aguas de Baño en 1992, que el Ministerio de Sanidad y Consumo acaba de enviar a la CE para el informe anual comunitario. Mientras el 92,5% de los puntos costeros es apto para el baño, no lo es el 44% de los ríos, lagos y embalses, que revelan índices de contaminación superiores a los permitidos. En 1991 sólo afectaba al 26% de estas aguas.

Sólo 170 (el 56,5%) de los 301 enclaves de baño analizados en ríos, lagos y embalses cumplen con las condiciones higiénico-sanitarias exigidas por la CE y, por tanto, son realmente aptos para ello. Así se recoge en el resumen elaborado por el Ministerio de Sanidad del análisis de la calidad de las aguas que cada año envía por estas fechas a Bruselas para el informe comunitario que refleja la situación de todos los países miembros.En el informe comparativo correspondiente a 1991, hecho público en junio del pasado año, las autoridades de la CE ya reconocían el esfuerzo español en cuanto a la mejora de las aguas de baño costeras, pero destacando el deterioro que sufrían las de aguas continentales. Se señalaba como mayor problema la concentración excesiva de sustancias microbiológicas (coliformes) como consecuencia de los vertidos industriales en los ríos.

Los datos que recibe Sanidad proceden directamente de las comunidades autónomas, encargadas de los análisis en sus territorios respectivos. En 1992 se ampliaron de 240 a 301 el número de puntos de muestreo en ríos, lagos y embalses, lo que puede incidir ligeramente en el resultado final respecto al año anterior. La vigilancia abarcó al 81 % de las provincias peninsulares, entre un total de 265 zonas de baño de 238 municipios, y el ciento por ciento de las cuencas hidrográficas, según el Ministerio de Sanidad.

Sólo 13 autonomías

En esta ocasión los datos sólo corresponden a 13 autonomías, que son las que han facilitado información sobre la calidad de sus aguas continentales en 1992, pero con grandes diferencias entre ellas en cuanto al número de puntos analizados.

Así Cataluña exhibe un ciento por ciento de puntos de muestreo aptos para el baño, pero sólo ha analizado cinco, correspondientes a tres municipios. En el extremo opuesto, Andalucía valora 71 enclaves de 48 municipios, de los que resulta apto sólo un 46%. Comunidades autónomas como Asturias, Murcia, Navarra o Valencia sólo han analizado entre una y tres zonas de baño de sus aguas continentales.

En cuanto a aguas de baño marítimas, ha resultado apto para el baño el 92,5%, dos puntos más que los índices de 1991. El número total de puntos de muestreo ha sido de 1.335, de los que 756 se localizaron en las costas mediterráneas y 579 en las costas atlántica y cantábrica. De todos ellos, 1.235 han superado las pruebas de salubridad. En 1991 se analizaron sólo 1.290, cuyo balance arrojó 116 playas no aptas para el baño. La vigilancia sanitaria se ha efectuado en todas las provincias españolas con costa.

Los resultados de 1992 revelan que las aguas costeras en mejores condiciones para el baño se encuentran en Cantabria, Murcia y Melilla, con un ciento por ciento de puntos aptos para el baño. Le siguen Baleares, con el 99,3%; Canarias, el 99%; Asturias, el 94,1 %; Valencia, el 93,6%; Galicia, el 92,3%; Cataluña, el 91%, y Andalucía, el 90,8%. Ceuta presenta un 77,8% de playas aptas para el baño, mientras el País Vasco, el menos afectado sólo tiene un 56,9%.

Parámetros obligatorios

Los análisis, tanto en la costa como en las aguas continentales, han incluido todos los parámetros obligatorios, como son las sustancias microbiológicas (coliformes totales y fecales), color, aceites minerales, sustancial tensoactivas, fenoles y transparencia. Además, se han controlado otros, entre ellos el contenido de estreptococo fecal, salmonella, enterovirus; el pH, el oxígeno disuelto y las materias flotantes.

La salubridad de las aguas se cali5ca con un 2 cuando se consideran de muy buena calidad, un 1 las de buena y un 0 las definitivamente no aptas. En el primer caso, el 95% de los muestreos muestra todos sus parámetros por debajo de los límites permitidos; en el segundo, tienen buenos niveles en los parámetros más importantes, pero sobrepasan algunos otros como las materias flotantes, la transparencia o el oxígeno disuelto; en el tercer caso, los enclaves no cumplen las mínimas condiciones higiénico-sanitarias y, por tanto, no son recomendables para los baños. Se da la circunstancia de que en una misma playa se efectúen dos o más puntos de muestreo, lo que implica que, en función de sus resultados, una zona puede ser apta y otra no.