Cruenta batalla con 20 muertos en la capital de Cachemira
El centro de Srinagar se llenó ayer de humo y disparos. 50 casas y más de 200 tiendas resultaron completamente arrasadas. Los rebeldes musulmanes cachemiros se enfrentaron con gran dureza a las fuerzas de seguridad indias. Al menos 20 personas resultaron muertas, aunque otras fuentes temen que la cifra real sea muy superior. Las autoridades han decretado un estricto toque de queda indefinido en Srinagar, la capital de Cachemira.La batalla comenzó cuando una marcha compuesta por unos 30.000 manifestantes, que portaban banderas y pancartas con proclamas independentistas y proferían gritos de "¡Indios, volved a casa!" y "¡Queremos libertad!", alcanzaron la plaza de Lal Chowk, en pleno centro de la ciudad. La marcha tenía por objeto protestar por la muerte de civiles en el valle de Cacheraira, ocurrida la semana pasada.
La muchedumbre, sumamente exaltada, se desmandó. Un grupo incendió un edificio de cuatro plantas destinado a albergar a las fuerzas antidisturbios. Un portavoz de la policía aseguró que no se produjeron víctimas pues la casa había sido evacuada previamente como medida de precaución. El fuego se extendió a otros edificios próximos y las fuerzas de seguridad comenzaron a disparar de forma indiscriminada sobre la muchedumbre, que huía presa del pánico en todas direcciones. Testigos presenciales aseguran que varios heridos quedaron abandonados en plena calle y que el número final. de víctimas puede ser muy elevado. Fuentes oficiales reconocían ayer la existencia de siete muertos.
Un convoy de camiones llegó al lugar. De ellos salieron numerosos agentes de la policía paramilitar, que tomaron la plaza y sus alrededores. Poco a poco, todo Srinagar quedó bajo control militar.
Al menos 10.000 personas han muerto de forma violenta desde que estalló, en enero de 1990, la guerra entre musulmanes separatistas y tropas indias. La región de Cachemira está dividida entre dos países: Pakistán y la India. Los rebeldes de la Cachemira hindú están a su vez divididos, unos propugnan cierta autonomía, otros la independencia total y un tercer grupo es partidario de la integración con Pakistán.
Por otra parte, un grupo de diez estudiantes secuestró ayer un Boeing 737 de las líneas aéreas indias con 59 personas a bordo. El avión que se dirigía en un principio a Nueva Delhi, regresó a su punto de salida, en Lucknow, al norte de la India. Los secuestradores, que pretendían un aplazamiento de sus exámenes, fueron reducidos por los propios pasajeros. Nadie resultó herido.
Es el tercer secuestro de un avión hindú en este año. En enero, un fanático hindú secuestró otro avión que recorría el trayecto Lucknow-Nueva Delhi para protestar por la campaña gubernamental contra el partido Bharatiya Janata. El 27 de marzo, un vuelo entre Delhi y Madrás fue desviado hasta Lahore, en Pakistán.
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