Un convoy de la ONU consigue evacuar a 1.500 heridos de Srebrenica
HERMANN TERTSCH ENVIADO ESPECIAL Catorce camiones de la ONU evacuaron el jueves a 1.500 heridos y enfermos del enclave musulmán de Srebrenica, en Bosnia oriental, tras una jornada plagada de incidentes. Mientras los controles militares serbios bloquearon en varias ocasiones el paso del convoy, la población de Srebrenica impidió su salida durante horas.
El general francés Philippe Morillon intentó desesperadamente llegar el jueves a Srebrenica para impedir que la nueva humillación de las tropas de la ONU en Bosnia por parte de las fuerzas serbias fuera total. Pero Morillon renunció a su empeño tras ser bloqueado por una multitud de serbios a 40 kilómetros de Srebrenica.
La muchedumbre, de varios centenares de personas, estaba integrada mayoritariamente por mujeres y sólo la intervención del general serbio Manojlo Milovanovic permitió rescatar a Morillon de la multitud. Los serbios reprochaban a Morillon el incumplimiento del acuerdo para garantizar la evacuación de 18.000 serbios de la ciudad de Tuzla, bajo control musulmán.
Permiso de paso
Las tropas canadienses, que Morillon quiere hacer llegar a Srebrenica para instaurar allí una presencia militar internacional que impida la conquista de la localidad por tropas serbias, seguían en su cuartel de Visoko negociando su permiso de paso.
Medios políticos bosnios y oficiales del mando de Morillon en Sarajevo consideran prácticamente imposible que los serbios se avengan a la entrada de la compañía canadiense en Srebrenica si no se produce alguna presión externa. Esta localidad alberga la mayor bolsa de población musulmana de Bosnia oriental, de donde centenares de miles tuvieron que huir a partir de abril de 1992 cuando las fuerzas serbias comenzaron sus primeras matanzas de población.
Las fuerzas serbias quieren concluir cuanto antes la limpieza étnica de esta región donde subsisten, además de Srebrenica, otras bolsas menores como Gorazde y Zepa. La presencia canadiense, aunque militarmente insignificante, supondría un considerable obstáculo.
El viaje sorpresa de Morillon a Srebrenica representa un reto a las autoridades serbias. Nada más salir de Sarajevo el miércoles, para obtener el permiso serbio de continuar viaje, Morillon se doblegó a la condición de ordenar el regreso a la capital bosnia de los tres vehículos acorazados que lo escoltaban.
Ivo Knezevic, ministro portavoz del Gobierno bosnio manifestó el jueves en Sarajevo: "La misión de Morillon llega tarde, como todo lo que ha hecho la comunidad internacional a lo largo de esta guerra. Morillon no tenía que haber abandonado Srebrenica tal como había prometido. Es inconcebible que a estas alturas, con todo lo que ha pasado, sigan creyendo algo que salga de la boca de Milosevic, Karadzic o MIadic".
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