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Washington da un ultimátum. de tres semanas a la CE para evitar la guerra comercial

Lluís Bassets

No hay armisticio entre la CE y Estados Unidos, sino una nueva tregua de tres semanas. Si la Comunidad no suspende el artículo 29 de la directiva europea sobre mercados públicos antes del 20 de abril, Washington prohibirá a su Administración federal la compra y contratación a empresas europeas de telecomunicaciones, de generadores de energía, agua y transportes. Las sanciones debían entrar en vigor el 22 de marzo. El presidente de la Comisión, Jacques Delors, consiguió 10 días de tregua. El comisario de la Competencia, Leon Brittan, ha arrancado ahora tres semanas más.

Pero el representante de la Administración norteamericana, Mickey Kantor, dejó ayer bien claro que no hay acuerdo, que no es fácil que haya acuerdo y que a partir del 20 habrá sanciones si no hay acuerdo.La entrada de los dos protagonistas de la negociación a la conferencia de prensa permitió augurar lo peor. Llegaban tarde y con los rostros serios y alargados. Las conversaciones se habían alargado más de lo previsto, a pesar del programa trazado con una precisión que sólo se cumple cuando todo está ya cocinado, y su resultado no daba lugar a la euforia. Enseguida, los dos negociadores mostraron dos cosas en común: la ausencia de un acuerdo y su origen lituano, reconocido públicamente con una de las Pocas sonrisas abiertas de la conferencia de prensa.

EE UU se ha limitado a posponer su amenaza pero repitiendo su planteamiento inicial: la CE debe suspender el artículo 29, que da una preferencia de un 3% a las empresas de los Doce en los mercados públicos comunitarios. En caso contrarío, habrá sanciones. Brittan anunció ayer que pedirá a los Doce la suspensión del artículo de marras a partir del 20 de abril, con la secreta esperanza de obtener alguna contrapartida que le permita presentarse con algo sustancial ante el Consejo de Ministros de la CE.

La negociación sobre el artículo 29 de la directiva en cuestión se muerde la cola como una merluza. Dicho artículo establece una preferencia para las empresas europeas y para los países que consigan acuerdos bilaterales de acceso a los mercados públicos con Europa. Leon Brittan le ha dicho a Mickey Kantor que está pensado precisamente para la negociación: negociemos y el artículo dejará de existir. Pero Kantor le responde que primero lo suspenda. La nueva cita que permitirá observar si hay avances será los días 19 y 20 de abril, días en que ambos descendientes de lituanos volverán a encontrarse en Washington. En el interín, los técnicos de ambas administraciones intentarán darle vueltas a las nuevas propuestas presentadas ayer por la mañana a los norteamericanos. Kantor se encargó de señalar que acababa de conocer las propuestas y que le parecían excesivas en número. "El número de sectores implicado es muy grande, por lo que pienso que no será eficaz tratarlos todos", aseguró.

Alud de propuestas

El alud de propuestas presentado por Brittan se debe a que el comisario necesita obtener contrapartidas que le permitan ir al Consejo de Ministros a pedir la suspensión de la preferencia europea. En estas tres semanas, además, empezará a clarificarse la actitud de Francia, tras meses de incertidumbre.

Si el día 20 no ha conseguido ninguna concesión, Brittan deberá intentar frenar la guerra comercial. Los Doce difícilmente realizarán concesiones a EE UU mediante la derogación de una directiva sin nada a cambio. Lo que se juega en el envite no son sólo los 50 millones de dólares de exportaciones europeas a EE UU, sino el futuro de la Ronda Uruguay del GATT. [En este sentido, la Comisión Trilateral, el foro internacional del que forman parte importantes personalidades de la política y de la economía, abogó ayer en Washington, informa France Press "por una rápida conclusión de la Ronda Uruguay", con concesiones mutuas entre bloques para preservar la salud de la economía mundial].

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Sobre la firma

Lluís Bassets
Escribe en EL PAÍS columnas y análisis sobre política, especialmente internacional. Ha escrito, entre otros, ‘El año de la Revolución' (Taurus), sobre las revueltas árabes, ‘La gran vergüenza. Ascenso y caída del mito de Jordi Pujol’ (Península) y un dietario pandémico y confinado con el título de ‘Les ciutats interiors’ (Galaxia Gutemberg).

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