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Major consigue acelerar Maastricht con debates nocturnos

Enric González

Un puñado de diputados británicos amaneció ayer en la Cámara de los Comunes tras toda una noche de farragosos debates en torno a cuestiones de procedimiento.La velada fue un éxito para el Gobierno conservador de John Major, que consiguió por fin obligar al Parlamento a hacer horas extraordinarias para progresar en la ratificación del Tratado de Unión Europea de Maastricht.

El apoyo a Major del grupo liberal-demócrata fue decisivo para romper las tácticas dilatorias de los conservadores rebeldes y la oposición laborista. Si ese apoyo se mantiene, lo que parece casi seguro, el Tratado podrá entrar en vigor en el Reino Unido antes del próximo verano.

Tristan Garel-Jones, subsecretario del Foreign Office (Ministerio de Asuntos Exteriores) y Mister Europa del Gobierno británico, se mostró exultante tras la votación que derrotó a los euroescépticos. "La ley estará lista para la votación definitiva antes del referéndum danés (convocado para el 18 de mayo)", anunció. Paddy Ashdown, líder de los liberal-demócratas, señaló a su vez que su grupo "seguirá usando sus votos a favor de los intereses británicos dentro de Europa".

Para el bando euroescéptico, la noche en vela fue una severa derrota psicológica que podría quebrar definitivamente la rebelión contra Maastricht. "Sólo ha quedado claro que este Gobierno está en minoría y necesita a los liberal-demócratas para sacar adelante las votaciones", dijo con amargura el euroescéptico Roger Knapman.

El Gobierno obtuvo 296 votos frente a los 279 sumados por los 27 tories rebeldes y los laboristas en la moción sobre el alargamiento ilimitado de los debates.

La nota pintoresca la puso el diputado conservador David Atkinson, que se presentó en Westminster en bata y zapatillas (llegaba directamente desde el hospital donde está internado) para votar a favor del Gobierno.

El cambio de bando de la minoría liberal-demócrata, el grupo más europeísta en la Cámara de los Comunes, permite confiar en que el agónico culebrón de Maastricht discurra desde ahora con fluidez.

El público británico está hastiado del Tratado de Maastricht, según las encuestas, y quiere que los Comunes acaben con ello de una vez por todas y dediquen su tiempo a las cuestiones que considera más importantes: desempleo y economía, educación y orden público.

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