La batalla de la prensa
El presidente ruso, Borís Yestsin, ha tomado la iniciativa en la batalla contra el legislativo por el control de los medios de difusión. Además de promulgar un decreto que refuerza el papel del Gobierno en el área de la información, el Ejecutivo trata de silenciar a los dos principales periódicos de la oposición.El decreto sobre la "defensa de la libertad de la información masiva", que entró en vigor ayer al ser publicado en el periódico Izvestia, contiene, por lo menos, dos puntos discutibles: el reforzamiento de la "defensa" de la radio, televisión, agencias y tipografilas estatales, y la subvención de periódicos a cuenta del presupuesto nacional.
Con este decreto, como se dice en su preámbulo, Yeltsin desea "impedir la monopolización de los medios de información masiva y la injerencia ilegal en sus actividades" y alejar la "amenaza real que existe contra la libertad de la información de masas que garantiza la Constitución". Para cumplir estas tareas, ordena "al Ministerio del Interior tomar las medidas necesarias para defender las compañías estatales de radio y televisión, las agencias informativas y los complejos editorial-tipográficos".
"Este punto es muy importante", explica el ministro de Prensa e Información, Mijaíl Fedotov. "Ya ha habido intentos de tomar la televisión por la fuerza", dijo. En su opinión, el decreto también iba dirigido a impedir las acciones desequilibradas de algunos diputados. El problema es que los parlamentarios "pueden entrar donde quieren, incluso a las fábricas de bombas atómicas". "Pero así como se deben defender las instalaciones atómicas para impedir que algún diputado demente haga estallar el planeta, también hay que defender la televisión. Lo que se le puede decir al oído a su esposa, puede causar, dicho por televisión, una explosión tan grande como la de una bomba", manifestó Fedotov.
Palanca para presionar
La financiación de los periódicos se hará "a petición" del Ministerio de Prensa, poniéndolos en una situación de subordinación. El Gobierno tendrá una palanca para presionar a los periódicos subvencionados y obligarles a publicar los materiales que desee e impedir que publiquen los que no son de su agrado.
La ofensiva del Gobierno en el área informativa no se limita al mencionado decreto. Ya hay otros textos preparados, como el decreto sobre la "estabilidad informativa", que será publicado en breve. Además, el Ministerio de Prensa ha entablado juicio contra los principales órganos de la oposición: el diario Soviétskaya Rossía y el semanario Deñ, con el fin de cerrarlos.
"Nos acosan porque desean aplastarnos", dice Alexandr Projánov, director de Defi. "Pero no tenemos miedo. Si Yeltsin implanta una dictadura militar, cerrarán nuestro semanario y quizás incluso nos fusilen; si, en cambio, es destituido por el Congreso y se restablece la legalidad, Deñ será el portavoz de los vencedores".
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