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El cese del ministro de Agricultura eleva a cuatro el número de dimisionarios por la corrupción en Italia

Giovanni Fontana, democristiano, dimitió ayer como ministro de Agricultura del Gobierno de Giuliano Amato tras recibir la notificación de que le ha sido abierto un sumario por presunta "receptación continuada y violación de la ley de financiación de los partidos políticos". Fontana es el cuarto ministro del actual Gabinete que dimite como consecuencia de las diligencias judiciales abiertas en numerosas ciudades italianas en torno a presuntos hechos de corrupción relacionados con la financiación de los partidos políticos.

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El primer ministro dimisionario fue, en febrero, el socialista Claudio Martelli, ex ministro de Justicia, cuyo procesamiento por presunto concurso en la quiebra del Banco Ambrosiano ha sido ya solicitado al Parlamento por los magistrados milaneses. Días después, en una misma jornada, llegaron las dimisiones de los ministros de Finanzas, el democristiano Giovanni Goria, y de Sanidad, el liberal Francesco de Lorenzo. La justicia ha archivado ya las diligencias contra Goria, que se referían a su presunta participación en la quiebra de un banco hace 10 años, en tanto que el Parlamento ha autorizado el procesamiento de De Lorenzo por un presunto delito de cambio de votos por favores.El sumario abierto ayer a Fontana se refiere a su presunta implicación en la percepción de comisiones derivadas de la ampliación de una autopista y otras obras realizadas en Verona, donde el ex ministro de Agricultura dirige la izquierda democristiana.

Cada una de estas dimisiones ha supuesto un duro golpe para el Gobierno que dirige el socialista Giuliano Amato que durante la pasada semana, se ha encontrado con un clima confuso de rumores que incluían hasta la posibilidad de iniciativas anticonstitucionales. Ayer mismo, el ministro de Defensa, Salvo Andó, dio garantías de la fidelidad constitucional del Ejército, mientras el propio Amato desmentía agriamente, el sábado, las noticias sobre su dimisión inmediata.

Amato, que poco antes del pasado verano perdió también al ministro del Interior, el democristiano Vincenzo Scotti, quien, afectado de incompatibilidad, optó por trabajar en su partido, ha sufrido, además, en la últimas semanas, la baja del ex ministro del Ambiente, Carlo Ripa di Meana. Ripa di Meana no dimitió en relación con ningún sumario, sino como protesta a la fallida ley del perdón aprobada a finales de febrero por el Gobierno.

Ripa di Meana, de 64 años, ex comisario europeo, que dejó el Partido Socialista Italiano, en el que militaba desde 1958, al salir del Gobierno, fue elegido ayer portavoz de la Asamblea de los Verdes, un cargo que el movimiento ecologista no tenía hasta ahora y que equivale al de secretario.

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También ayer, se entregó a la policía Giuseppe Ciarrapico, presidente del club de fútbol Roma. Ciarrapico desapareció el pasado jueves, cuando la policía emitió una orden de detención contra él por supuestas irregularidades contables en una de sus empresas.

Más información en la página 48

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