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Clinton presentará a Rusia un programa de ayuda en su encuentro con Yeltsin

Estados Unidos y sus aliados están estudiando mecanismos para ofrecer un paquete de ayuda económica a Rusia durante el encuentro que mantendrán el presidente norteamericano, Bill Clinton, y su homólogo ruso, Borís Yeltsin, en Vancouver (Canadá) los días 3 y 4 de abril. Las turbulencias políticas que afectan a la estabilidad rusa han animado también al Gobierno japonés a proponer una reunión urgente del Grupo de los Siete (G-7) para el 19 de abril.

Japón, que será el país anfitrión de la reunión anual del G7 en julio, convoca a Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Francia, Italia y Alemania para ayudar a Rusia cuando todavía tiene pendiente con Moscú el contencioso sobre las islas Kuriles, que perdieron al final de la II Guerra Mundial.Las tormentosas negociaciones sobre las islas concluyeron hace unos meses con la suspensión de la última visita de Yeltsin a Tokio después de que las presiones internas le impideran abordar la cesión de las tierras a cambio de créditos. El ministro de Asuntos Exteriores japonés, Michio Watanabe, declaró el jueves que no puede separar las consideraciones políticas de la cooperación económica, aunque añadió que la aproximación japonesa hacia Rusia está siendo más "realista" en los últimos meses. Además de Japón, EE UU y sus aliados están estudiando mecanismos para facilitar créditos rápidos al Gobierno de Moscú.

Entre las posibilidades que se barajan está hacer uso del Acuerdo General de Prestámos del Fondo Monetario Internacional para contribuir a la transformación de la economía rusa hacia el capitalismo. El Congreso de EE UU ha autorizado a Clinton a que utilice estos 23.000 millones de dólares depositados por Washington y diez de sus aliados para emergencias económicas internacionales.

A pesar de que la Administración Clinton han manifestado que su apoyo a Rusia va a ser más activo que el de sus predecesores republicanos, la ayuda del conjunto de los países más ricos de la tierra no está llegando a tiempo, según algunos mandatarios europeos. El ministro alemán de Asuntos Exteriores, Klaus Kinkel, dijo ayer que el G-7 debe actuar rápidamente para salvaguardar las reformas de Yeltsin. Occidente, dijo Kinkel, está infravalorando la inestabilidad rusa. Alemania e Italia han pedido que Yeltsin sea invitado al encuentro de Tokio.

El presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors, que finalizó ayer su visita de dos días a Washington, declaró que mientras la Comisión está cumpliendo con su parte de ayuda para el antiguo bloque soviético las naciones ricas del mundo ofrecen tan sólo "trivialidades" en lugar de impulsar el crecimiento mundial. En París, el presidente del Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD), Jacques Attali, ha propuesto la condonación de la deuda ex tema rusa. Attali ha diseñado una propuesta de acción de los países del G-7, que pasa, además, por la ayuda financiera para la reestructuración del sector industrial y la creación de un fondo de estabilización del rublo.

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