Los nacionalistas critican la paralización del proceso autonómico

Los grupos nacionalistas de CiU y PNV, catalán y vasco, respectivamente, coincidieron ayer en lamentar en el Senado el espacio transcurrido desde el anterior debate sobre el Estado de las autonomías, cinco años, que atribuyeron al desinterés del Gobierno y a una tendencia obstruccionista del desarrollo autonómico. El portavoz de CiU, Joaquim Ferrer, planteó a la Cámara alta 10 propuestas para reactivar 3, culminar el proceso iniciado con la aprobación de la Constitución y los estatutos de autonomía.

El senador Ferrer atribuyó a "poderosas inercias acumuladas por dos siglos y medio de centralismo y uniformismo" las tendencias cada vez mayores a la duplicidad de servicios entre la Administración central y las comunidades autónomas, y el "retraso en la construcción del edificio político que prescribe la Constitución".Según Ferrer, tras una etapa inicial de buen funcionamiento, el desarrollo autonómico se ha visto paralizado por el recorte de competencias exclusivas mediante leyes de bases, el mantenimiento de figuras administrativas inadecuadas como los gobernadores civiles o la administración periférica del Estado, y la insuficiencia de voluntad política para reconocer las lenguas y culturas diversas del Estado.

El portavoz de CiU criticó con singular dureza el incumplimiento del compromiso para revisar el sistema de financiación autonómica y la cesión de un porcentaje de la recaudación del IRPF a las administraciones autonómicas, y pidió una reactivación del esfuerzo político por que, según dijo, "en esta etapa de nuestra historia no es sólo posible iniciar un proceso, esta vez podemos culminarlo".

"Asignatura pendiente"

En la misma línea crítica se movió el portavoz peneuvista, José Ignacio Bajo, quien explicó los estatutos de autonomía come, pactos políticos entre las nacionalidades y la estructura central. del Estado, calificó el desarrollo estatutario de "asignatura pendiente" que "va mal", y consideró el pacto autonómico una. oportunidad perdida por la ausencia en su gestación de las comunidades autónomas y de los partidos nacionalistas y regionalistas.

Bajo manifestó su hostilidad a las propuestas federalizantes porque, explicó, conllevan un intento de homogeneización e implican, un modelo de decisión compartida, frente al modelo del Estado de las autonomías, que se caracteriza por la asignación diferenciada de competencias propias a los distintos niveles políticos.

Justamente lo contrario defendió la senadora de IU, Isabel Vilallonga, que consideró inevitable "guste o no guste" un proceso federalizante como única salida al Estado de las autonomías. Vilallonga centró su intervención en criticar la política de reequilibrio regional del Gobierno y en señalar los límites y carencias del pacto autonómico.

Sobre el primer aspecto aseguró que el mercado acabará expulsando espacios enteros del desarrollo, y que cualquier posible recorte de subsidios "generará situaciones dramáticas", porque en los 10 últimos años se ha repartido asistencia, pero sin distribuir ni crear riqueza. La senadora de IU arremetió contra el pacto autonómico porque, dijo, paradójicamente atribuye a las comunidades autónomas de "vía lenta" más competencias, pero impiden que ejerzan mayor poder político.