Aute es animal, pero no bestia

Tras tres años de ausencia, Aute se presentó anoche el Alcalá Palace. Hoy volverá a cantar en dos sesiones, tarde y noche. Tanto para la sesión de ayer como para las de hoy, se ha puesto el cartel de no hay billetes. Había expectación por ver de nuevo en directo al cantautor más metafísico y más enrevesado de todos cuantos siguen existiendo. Aute es un artista complejo. De la misma forma encandila a las gentes ávidas de amor que a los que propugnan un sentimiento trascendental de la canción. El público de anoche era variopinto. Abundaban, principalmente, los seguidores de siempre, entre los cuales hay mucha gente del espectáculo, muchos músicos, poetas, escritores, cineastas, gentes de televisión y personas preocupadas por la ética de igual modo que por la estética.El repertorio del concierto de Luis Eduardo Aute es un recorrido por toda su producción, haciendo especial hincapié en su último disco, Slowly. Empezó con uno de los temas más lujuriosos y más tiernos que ha hecho, No te desnudes todavía. Pero todos los seguidores presentes en el debú, se habían ya despojado de sus íntimas vestiduras para acoger al cantante, al poeta, al compositor, al pintor, al cineasta, ciudadano solidario, al artista independiente.

Salió al escenario con pantalón vaquero y camisa rojo pálido. Aute ha declarado recientemente su fascinación por Unamuno. No se sabe lo que Unamuno pensará al respecto. Pero Luis Eduardo ha logrado entenderse con él y entenderse con el demonio, el mundo y la carne. Pero todo ello de lana manera suave (SIowly).

Aute es un animal. Él advirtió que animal viene de ánima. Y todos los presentes aplaudieron la obviedad. Pero él intenta algo más, intenta ser un revulsivo: ya que eres animal suelta el animal que llevas dentro. Pura dinamita.