Detenido el presidente del grupo estatal ENI, el segundo del país
Los magistrados de Milán llegaron ayer al punto más alto alcanzado hasta ahora en el campo empresarial por sus Investigaciones sobre la corrupción derivada de la financiación de los partidos políticos con la detención de Gabriele Cagliari, de 66 años, presidente desde 1989 del Ente Nazionale Idrocarburi (ENI), el grupo petrolero del Estado.Cagliari, un técnico bajo la influencia del Partido Socialista Italiano (PSI) y considerado muy próximo al ex líder Bettino Craxi, ya había sido interrogado en relación con el caso de Enimont, la fusión fallida entre la empresa química Enichem, propiedad del ENI, y la Montedison, del grupo Ferruzzi, en la que los magistrados siguen buscando sobrevaloraciones multimillonarias y las correspondientes presuntas comisiones.
Pero su detención ayer no fue consecuencia de ese sumario, aunque algunos observadores hayan apreciado en el encarcelamiento de Cagliari la expresión de la voluntad de los fiscales de avanzar hasta el fondo de una historia que ha sido presentada como la mayor fuente única de comisiones ilegales de que se tenga indicios. De las investigaciones resulta claro que el ENI -responsable, por ejemplo, de las comisiones presuntamente pagadas al PSI por el Banco Ambrosiano de Roberto Calvi- ha sido en sí mismo una de las principales fuentes de financiación ilegal para los partidos.
Y así Cagliari fue encarcelado ayer por otra operación hasta ahora desconocida, por haber, presuntamente, pagado una comisión derivada del suministro de una turbina de gas al grupo eléctrico estatal, ENEL. Estas turbinas eran fabricadas por Nuovo Pignone, filial del ENI, cuyo presidente, Franco Ciatti, fue detenido a la vez que Cagliari.
'Fondos negros'
Las detenciones de Cagliari y de Ciatti son consecuencia de las confesiones de Bartolomeo de Toma, un empresario socialista también amigo de Craxi, que ha reconocido ante los jueces haber actuado como colector de fondos negros para el PSI.Al parecer, De Toma afirma haber sido testigo de cómo, con ocasión del suministro de la turbina ya citada al ENEL, Ciatti pagó una comisión ilegal con la autorización explícita del presidente del ENI, Cagliari.
Por otra parte, Primo Greganti, el ex militante comunista detenido por tener una cuenta en Suiza en la que el grupo Ferruzá ingresó una comisión ilegal vinculada a una obra del grupo ENEL, manifestó ayer a los jueces de Milán que la operación era exclusivamente particular y que no implicó ni al Partido Comunista ni a su sucesor, el Partido Democrático de la Izquierda.
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