Los Reyes permanecen en Pamplona a la espera de noticias

Los Reyes permanecieron durante todo el día de ayer, desde las once de la mañana hasta las diez de la noche en la clínica. A esta hora salieron para cenar y descansar en el hotel donde se hospedan. Junto a los Reyes, la familia real permaneció todo el día de ayer del recinto de la Clínica de la Universidad de Navarra. Tras la misa en memoria del duque de Badajoz, los Reyes, las infantas Pilar, Margarita y Cristina y el doctor Zurita almorzaron en el comedor privado del centro hospitalario y pasaron la tarde junto a don Juan. El Conde de Barcelona ocupa la habitación 601 y sus ayudantes y familiares tienen reservada la 602. Se trata, la de don Juan, de una habitación individual con sala de visitas, la modalidad más espaciosa de que dispone este hospital. Desde el pasado domingo, y a la vista de los acontecimientos, están disponibles las habitaciones contiguas hasta la 605.A primera hora de la tarde de ayer numeroso público se congregó frente a la entrada principal de la clínica a la espera de la llegada del príncipe Felipe. El príncipe suspendió uno de los actos oficiales que tenía en su agenda y ello fue rápidamente interpretado como un anuncio de su viaje a Pamplona. Fue simplemente una suspensión preventiva, porque a las 17.30 horas la portavoz de la Zarzuela anunciaba que de momento el Príncipe no era esperado. El estado de salud de don Juan, en aquel momento, era calificado de "estable dentro de la gravedad ya anunciada".

Universidad de Navarra

La Clínica Universitaria, un centro de reconocido prestigio en oncología, forma parte de la Universidad de Navarra, perteneciente al Opus Dei.El padre del Rey empezó a visitarse en este centro médico en 1985: un chequeo realizado entonces detectó una formación polipoidea inespecífica en la laringe, que se cauterizó mediante un tratamiento de rayo láser. En diciembre del mismo año se le practicó una decorticación de la cuerda vocal izquierda y en 1988 se le extirpó la laringe.

Los últimos viajes que don Juan realizó a Pamplona para someterse a revisiones fueron el 17 de julio y el 28 de agosto de 1992. Don Juan acababa de volver de un largo periplo marítimo, una travesía que le mantuvo 90 días a bordo del Giralda y de la que habló ya en la clínica como una de las más felices de su vida.

Era ya la última y don Juan, que en junio cumplió 79 años, probablemente lo sabía. El 16 de septiembre entró en la clínica para que se estudiara la evolución de su lesión cutánea, una fístula que le apareció, según fuentes médicas, como consecuencia de un tratamiento de radioterapia al que fue sometido hace años en Estados Unidos.