Un temor justificado
"Es, pues, justificado el temor de que el decreto sancione una impunidad sustancial sobre el pasado y fomente la violación de la ley en el futuro. Sobre todo, porque la sanción administrativa que prohibirá la asunción de funciones de representación de personas jurídicas impedirá el acceso a poquísimos cargos públicos", se lee en un comunicado de Magistratura Democrática (MD), la asociación que aglutina el sector izquierdista de los magistrados italianos.Diversos medios de comunicación estimaban ayer, en efecto, que las sanciones de inhabilitación previstas en el nuevo decreto ley de financiación de los partidos políticos no impedirán, por ejemplo, que los infractores puedan seguir siendo diputados.
De ahí que la preocupación generalizada por la posibilidad de que los abusos descubiertos por los jueces tiendan a extenderse todavía más en el futuro próximo.
"La investigación Manos Limpias ha sido herida de muerte. Los magistrados que se ocupan de ella han sido mutilados", declara, por su parte, Raffaele Bertoni, presidente de la mayoritaria Asociación Nacional de Magistrados (ANM).
También los jueces milaneses, que ha llevado el grueso de las investigaciones, emitieron ayer un comunicado en el que aseguran que lo aprobado por el Gobierno "paralizará" las actuaciones. "Respetamos la ley, pero rechazamos con indignación que se diga que se trata de medidas que nosotros pedimos", añaden.
Gerardo D'Ambrosio, número dos de la magistratura milanesa, ha afirmado, por su parte, que, en vez de aprobar estas disposiciones, lo que el Gobierno tenía que haber hecho era aprobar una nueva reglamentación para las adjudicaciones de contratos públicos y nuevas normas que Impidan el reparto político de la dirección de las empresas del Estado.
Lo cierto es que la invesitigación aún continúa. Durante el fin de semana, les fueron abiertos sumarios a los democristianos Vittorio Sbardella, ex fiel de Giulio Andreotti, y a Gianni Pradini, ex ministro de Transportes.
