La crisis del campo como arma electoral

El articulista señala que la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) confluirá en el proceso de movilizaciones esta primera semana de marzo, de forma paralela a la marcha de la Asociación de Jóvenes Agricultores (Asaja) -a la que critica por la convocatoria unilateral de la marcha agraria-, para dar respuesta a lo que califica de dura reconversión realizada por el Gobierno.

Ya se puede afirmar que la convocatoria unilateral de la Asociación de Jóvenes Agricultores (Asaja) respecto a la marcha agraria que lleva a cabo estas semanas es una ocasión perdida para los legítimos intereses de los agricultores y ganaderos españoles.Nadie duda en este momento que la grave situación que atraviesa el sector agrario y el mundo rural necesita de una respuesta por parte de cuantos agentes desarrollamos nuestra actividad en ese medio. Por ello, no debemos engañarnos. Ante la reconversión que estamos sufriendo es necesario dar una respuesta adecuada y ésta sólo puede darse en el marco de lo que venimos llamando unidad de acción. El que una organización mayoritaria se haya desmarcado de la unidad de acción para convocar por su cuenta, será por motivos y razones distintas a la que esperan y necesitan los hombres y mujeres que vivimos en el campo.

La crisis que estamos atravesando es tan grave y profunda, de tales características, que todo indica que se prolongará y agudizará a lo largo de los próximos años. Por el peso de esta realidad socioeconómica, no es entendible que haya precipitación e improvisación en la convocatoria de unas movilizaciones del calado de las que se deberían haber planteado.

El objetivo no puede reducirse a quién las protagoniza o quién se adelanta a los -demás en la convocatoria. Grave y lamentable error entrar en este terreno, salvo que se persigan otros intereses distintos a los meramente agrarios. En la convocatoria de marcha de Asaja hay, por otra parte, una falta de respeto y responsabilidad sobre los que merece la pena de tenerse e invitar con ello a sus dirigentes a la reflexión.

En la primavera del año pasado se llevaron a cabo unas movilizaciones de protesta que fueron un rotundo éxito para el campo español, tanto por la masiva participación de hombres y mujeres, como por el civismo demostrado en las mismas. Conseguimos un listón muy alto al movilizar a más de 300.000 agricultores y ganaderos en toda España. Y este listón obedeció a una sola razón: la imagen de seriedad que transmitimos al sector desde el trabajo que llevamos a cabo en el marco de la unidad de acción de Asaja y la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), como organizaciones mayoritarias del campo español.

Patrimonio sindical

Ante estos excelentes resultados, lo razonable sería trasladar este patrimonio sindical que conseguimos entonces en las comunidades autónomas a Madrid para pedir la solidaridad de la opinión pública y la clase política española. No hacerlo así es una falta de respeto hacia el sector agrario y el mundo rural, además de una gravísima irresponsabilidad de quien rompe y dilapida lo ya conseguido, como patrimonio de la sociedad agraria y rural y no de una sola organización agraria.

Por tanto, si la unidad de acción en las movilizaciones del año pasado fue la clave de su rotundo éxito. ¿Por qué no se ha querido hacer este año del mismo modo por parte de Asaja? ¿A quién o a quienes les interesa que se rompa la unidad de acción entre las organizaciones agrarias mayoritarias y porque no interesa que llevemoms a los más de 300.000 agricultores a protestar a Madrid? Pensémoslo con calma y procuremos contestarnos con claridad. En todo caso, COAG. seguirá apostando por la unidad de acción como fórmula indispensable para demandar soluciones urgentes por parte del Gobierno especto a la grave situación del sector agrario en nuestro país, sin caer en tentaciones partidistas o protágonismos que encubran otro tipo de intereses derivados del pistoletazo electoral en el que se haya inmerso nuestro país.

COAG confluirá en este proceso de movilizaciones en todo el Estado durante esta primera semana de marzo, de forma paralela a la marcha de Asaja, manteniendo la unidad de acción de todos los agricultores y ganaderos para dar respuesta a la dura reconversión a la que estamos siendo sometidos por el Gobierno.