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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Queremos un lugar decente donde educarnos

Como alumnos del instituto de bachillerato de Guardamar del Segura (Alicante) deseamos dirigirnos a la opinión pública en general y a las instituciones competentes para informar sobre las deficiencias que sufre nuestro instituto, al que asistimos, además de jóvenes de la citada localidad, otros muchos de poblaciones vecinas, tales como Rojales, Ciudad Quesada, San Fulgencio, Formentera o La Marina.Dichas deficiencias no son anecdóticas en lo que al trabajo académico se refiere, sino que de hecho influyen en nuestro rendimiento diario. Por ello, y para denunciarlas, deseamos exponer -aunque sin el detalle que sería conveniente, dadas las limitaciones de espacio- las innumerables carencias que padecemos en nuestro centro educativo.

Comenzaremos, pues, por destacar las insuficiencias en el número y en el tamaño de las aulas: este hecho se traduce en una frecuente masificación de alumnos por aula, lo que incluso ocurre después de que se hayan elaborado por horarios y grupos en función del máximo aprovechamiento de las aulas, y no siguiendo otros criterios académicos más adecuados. Mediado el curso 1991-1992 se construyeron -a cierta distancia de nuestro centro- unas aulas auxiliares que solventaran la masificación que sufrimos: esto ha significado, para los alumnos y profesores, que nos vemos obligados a desplazarnos reiteradamente de un edificio a otro -estos días, bajo la lluvia (¡qué divertido es correr pisando los charcos y el barro!)-, con una pérdida de tiempo y de concentración importantes. Por otro lado, y a pesar de las nuevas aulas, sabemos que su insuficiencia es un problema que se agudizará en los próximos años: sin ir más lejos, para el curso 1993-1994 se prevé que como mínimo serán necesarias tres aulas más, para otros tantos cursos. ¿Dónde nos meteremos?

Desde luego, no podremos meternos en la biblioteca, pues carecemos de ella. Tampoco en el aula de dibujo, igualmente inexistente. ¿En los laboratorios de ciencias tal vez? Podría ser, pero resulta que ya se imparten en ellos otras clases distintas a las propias de un laboratorio.

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Y siguiendo con lo que no tenemos, añadir también que nos falta no ya un polideportivo, sino las mínimas instalaciones deportivas donde emular a los olímpicos de Barcelona 92. ¿Un salón de actos o al menos una sala de audiovisuales? Tampoco, tampoco... Poseemos, no obstante, una pequeña cantina -instalada en un pasillo-, donde, con el bocadillo de jamón o la bolsa de gusanitos en la mano, aprovechamos las horas libres que tenemos para ir preparando el próximo examen.

Las condiciones del profesorado no son, por otra parte, muy diferentes: no tienen seminarios donde atendemos fuera del aula o donde preparar sus clases, y por lo que respecta a la sala de profesores, hay que reconocer, eso sí, que, dado que es diminuta, los mantiene muy unidos...

Se pensará tal vez que, para compensar las condiciones descritas, las autoridades educativas nos están dotando con todo el personal no docente necesario. Tristemente, no es así: teniendo derecho a dos administrativos, no tenemos ninguno; hace falta un segundo conserje, y la única señora de la limpieza necesitaría igualmente que alguien le prestara ayuda. Hemos oído hablar a amigos nuestros de que en otros institutos tienen un psicólogo; nosotros, desde luego, sólo lo sabemos de oídas.

¿Seguimos? Quizá sea mejor dejarlo... En cualquier caso, y tras la maravillosa situación expuesta, sólo nos resta exigir la inmediata construcción del nuevo instituto que nos viene siendo prometido desde hace años, de forma que lo antes posible podamos disfrutar de unas condiciones dignas para trabajar. Y decimos, sí, para trabajar, porque lo que pedimos no es una bonita sala de fiestas, sino un lugar decente donde podamos recibir esa educación que, según nos repiten una y otra vez nuestros mayores, es en lo que hoy por hoy consiste nuestro trabajo.- y cinco firmas más de la asamblea de delegados de alumnos del institino de bachillerato de Guardamar del Segura,

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