Una mujer denuncia al cirujano que le operó los pechos

Rosa María Pau, valenciana de 32 años, se ha querellado contra el cirujano plástico Adolfo Gómez Montoya por un presunto delito de imprudencia temeraria con impericia y negligencia profesional. Este médico efectuó el 25 de mayo de 1988 una reducción mamarla a Pau. Desde entonces, la paciente ha perdido su capacidad de amamantar, carece de sensibilidad en los pechos y vive bajo tratamiento psiquiátrico. Gómez Montoya demandó a Rosa María por el impago de sus honorarios.Rosa María calló durante años. Mientras tanto, vio cómo tras la operación su marido la abandonaba, cómo perdía el trabajo en una empresa naranjera y cómo le invadía el miedo a su propio cuerpo. Intentó suicidarse. "Es una mala pesadilla que no termina, me han convertido en un monstruo", dijo ayer Pau. Vive sola en la localidad valenciana de Carcagente, donde, ante la falta de recursos, está gestionando ayuda municipal. Apenas sale de casa.
El silencio se rompió un día de noviembre de 1992 en que recibió la notificación judicial de la demanda del cirujano estético al que ella considera responsable de su estado. Montoya pretende que la paciente le pague sus honorarios -300.000 pesetas-, los de su ayudante -40.000 pesetas- y los del anestesista -50.000 pesetas- Rosa María contesta: "A los dos días de la operación me encontré bajo las mamas unos agujeros grandes como puños de los que salieron hilos". Su médico de cabecera señaló que la operación fue estéticamente brutal y deplorable y que el daño era irreversible.
La querella, preparada por abogado Jesús Sancho Tello, fue presentada ayer ante el Decanato de lo Penal de la Audiencia de Madrid. Como prueba aporta dos certificados firmados por el psiquiatra Carlos Martínez Moya y por el médico Juan Antonio Martínez Aranburu. En su informe, Martínez Moya indica que Rosa María sufre un trastorno depresivo con síntomas somáticos, a raíz de una intervención quirúrgica en las mamas.
Este periódico trató sin éxito de recabar la versión del citado cirujano.
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