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De la Rosa financió las actividades de destacados candidatos populares en las elecciones catalanas

Javier de la Rosa, vicepresidente en 1984 de la Banca Garriga Nogués (BGN), apadrinó a Eduardo Bueno como candidato de Coalición Popular (AP-PDP-UL) a la presidencia de la Generalitat en las elecciones de 1984 y financió las actividades tanto de Bueno como de Juan José Folchi, cuarto en esa misma, candidatura. Ambos estaban estrechamente vinculados a De la Rosa a través de sus actividades privadas, financiadas por la banca que manejaba entonces De la Rosa. Bueno admitió a este diario que "consultó" a De la Rosa sobre la conveniencia de aceptar el liderazgo de la candidatura popular, después de que Abel Matutes -igualmente relacionado empresarialmente con Bueno y De la Rosa-, de acuerdo con Manuel Fraga, se lo propusiera formalmente.

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El reconocimiento por parte de Bueno de la tutoría política de De la Rosa en la campaña de 1984 y las vinculaciones económicas de algunos candidatos con el vicepresidente de la BGN niegan validez a la rotunda negativa del dirigente popular Jorge Fernández Díaz (EL PAÍS, 12 de febrero) al editorial de este diario del día anterior en el que se afirmaba la influencia de De la Rosa en las candidaturas populares en Cataluña.Bueno se decidió a encabezar la lista de Alianza Popular en las elecciones autonómicas de Cataluña de 1984 tras "consultar", como él mismo reconoce, con De la Rosa. Además de la tutoría política, el apoyo del financiero se plasmó en la disponibilidad de unos 100 millones de pesetas procedentes de la BGN para la campana, una campana que costó más de 300 millones de pesetas y de los que una tercera parte fueron aportados por el propio partido. Bueno afirmó a este diario que no le constaba la ayuda económica de la BGN, pero, respecto a la procedencia del dinero que aportó personalmente a la campana, que cifra en 102 millones de pesetas, declaró en un principio que ese dinero "salió de mi bolsillo" para corregirse posteriormente asegurando que lo había recaudado gracias a créditos bancarios cuya procedencia no quiso especificar.

A propuesta de Matutes

Bueno declaró a este periódico: "Efectivamente consulté con De la Rosa mi participación en las listas de AP, aunque la propuesta concreta vino a través del empresario y vicepresidente de AP, Abel Matutes". Matutes era en aquella época socio de Bueno en la sociedad Piscifactorías de Cádiz. Este, como otros negocios del empresario catalán, caso de Ibusa o Tierras de Almería, contaba con la financiación preferente de la BGN.Asimismo, la Banca Garriga Nogués contribuyó decisivamente, entre 1983 y 1985, al sostenimiento económico del diario El Noticiero Universal, que en 1984 apoyó la opción electoral de Coalición Popular. El total de esa contribución superó los 2.000 millones de pesetas. El cierre de El Noticiero Universal se produjo en octubre de 1985, pocos meses después de que De la Rosa abandonara la BGN.

Un poco antes, en septiembre de 1985, Bueno abandonaba la política, aduciendo motivos de salud y descontento político, aún después de haber alcanzado en las elecciones del 84 el mejor resultado electoral obtenido por los populares en toda su historia. En realidad, su retirada de la vida política se debió al fracaso del proyecto de Tierras de Almería. El propio Bueno recuerda: "Yo no financié directamente ese periódico, pero ayudé en momentos determinados a sufragar los altos costes que suponía poner en marcha la rotativa que había adquirido José María Porcioles".

La participación de De la Rosa en la operación Bueno traducía el interés del financiero por vertebrar en Cataluña un centro derecha alejado por un igual del nacionalismo convergente como de la rancia melancolía franquista que impregnaba todavía amplios sectores de la opción conservadora en Cataluña. Así, la campaña de Bueno se desarrolló sin el apoyo decidido del aparato popular en Cataluña, con total autonomía estratégica y financiera, lo que provocó numerosas tensiones internas.

El constructor Eduardo Bueno era un hombre del entorno de De la Rosa y los despachos de la Garriga Nogués mucho antes de 1984. Su relación se remontaba a principios de los años setenta, cuando obtuvo su primer apoyo financiero de De la Rosa-BGN para sacar adelante su polémico proyecto inmobiliario del barrio de Llefià, en Badalona. Le seguirían otros apoyos ingentes a distintas iniciativas empresariales, que culminarían en el negocio común -finalmente frustrado- de Tierras de Almería.

Más de 22.300 millones

Al finalizar 1984, la BGN -filial de Banesto al 100%- tenía un riesgo de 22.340 millones de pesetas concentrado en Ibusa (grupo de empresas de Eduardo Bueno). Esta cantidad había ido creciendo desde 1980. En el informe Fominaya -encargado por Banesto para averiguar el agujero de la Garriga Nogués- se detalla que esta entidad concentró su riesgo en cuatro grupos: IbusaUrbas, Harry Walker, Renta Barna y Quash-Tierras de Almería.Bueno, como primer accionista de Ibusa -sociedad matriz de Urbas en aquel momento-, adquirió más de 2.000 hectáreas en las fincas de El Ejido y Campos de las Dalias, en Almería, el activo básico de la sociedad gestora de Tierras de Almería. La relación entre Bueno y De la Rosa propició la concesión de créditos de la BGN a Tierras de Almería, donde el banco llegó a concentrar un riesgo superior a 20.000 millones de pesetas. Al finalizar 1984, la relación de negocio entre Bueno y De la Rosa, en Ibusa y Tierras de Almería, había ocasionado en torno al 50% del riesgo total de la BGN, que finalmente acabó causando un agujero de 100.000 millones.

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