Los embalses leoneses de Omaña y Vidrieros no serán construidos

La construcción de las presas de Omaña y Vidrieros, en León, está prácticamente descartada, según Vicente Albero, secretario de Estado para las Políticas de Aguas y Medio Ambiente. Albero mantuvo ayer una reunión con dirigentes del PSOE en Castilla y León para buscar alternativas que suplan, sin aumento de coste, a estas obras, cuya rentabilidad ambiental y económica no estaba garantizada.

El Gobierno está a punto de aparcar la contrucción de las presas de Omañ y Vidrieros, en el norte de León. Ambos embalses figuran en el Plan Hidrológico del Duero, pero el rechazo que han suscitado y los informes sobre su escasa rentabilidad han decidido la búsqueda de alternativas cuyo impacto ambiental sea menos traumático.El despacho del secretario de Estado, Vicente Albero, reunió ayer por la tarde a dirigentes castellano-leoneses del PSOE y al presidente de la Confederación del Duero para estudiar la viabilidad de las alternativas a las dos presas mencionadas. "La decisión final la tomará el Gobierno", declaró anoche Albero, que ha visitado los escenarios donde se ubicarían los embalses. Albero añadió: "Creemos que podemos ofrecerle alternativas válidas que permitan atender la demanda de regadíos y no encarezcan los costes del transporte del agua ya regulada".

La reunión de ayer es la quinta convocada para aproximar soluciones "más lógicas desde el punto de vista medioambiental" que la construcción de las presas. Todas conducen, según Albero, a disminuir los impactos con unos costes no superiores -a las expectativas previstas con Omaña y Vidrieros.

La alternativa que más se baraja propone trasvasar agua excedentaria desde zonas ya reguladas mediante una red de canalizaciones bombeadas por la energía producida en saltos hidroeléctricos, cuya explotación se cedería a los regantes. Además, esta opción estaría disponible en dos años y medio, la mitad del tiempo que requiere la construcción de una presa. Santiago Martín Barajas, del grupo ecologista COPA, opina que se trata de "un acto de racionalidad, ya que la construcción de las presas tendría un impacto medioambiental enorme".

La solución definitiva está todavía sin precisar. "Estamos en la fase de valorar técnica y económicamente la opción que atienda a las necesidades de regadío sin que haya que hacer nuevos embalses", dijo Jesús Quijano, secretario regional del PSOE. "Hasta que no dispongamos de ella no podemos decir que los embalses estén completamente desechados".