Cientos de pescadores arrasan la lonja de París para impedir las importaciones

Un millar de marineros bretones arrasaron en la madrugada de ayer la lonja del pescado del mercado de abastos de Rungis, que abastece París. Protestaban por las importaciones de pescado a precios inferiores a los franceses. Los pescadores, que habían viajado en autobuses a la capital francesa, destruyeron decenas de frigoríficos, arrojaron al suelo cientos de kilos de pescado y mariscos y se enfrentaron con la policía. Los responsables de pesca de la Comunidad Europea abordarán mañana esta crisis. Las pérdidas en el saqueo de la lonja de Rugis fueron calculadas en 400 millones de pesetas.

Cuatro manifestantes y 16 funcionarios resultaron heridos en el enfrentamiento entre las fuerzas antidisturbios y los muy encolerizados marineros bretones. Cinco manifestantes fueron detenidos. Sus compañeros se negaron a abandonar el mercado de Rugis hasta que fueran liberados, y, durante toda la mañana de ayer, sostuvieron un tenso cara a cara con las fuerzas antidisturbios.Mediada la tarde, los cinco detenidos fueron puestos en libertad y recibidos como héroes por sus camaradas. "Ya podemos volver a casa", declaró Jean-Maurice Besnard, presidente de la Unión de Armadores de Francia, que había participado en las negociaciones con las autoridades policiales y judiciales. Charles Josselin, secretario de Estado para la Pesca, se felicitó de lo que llamó "triunfo de la sabiduría". Josselin informó que estaba en permanente contacto con las autoridades comunitarias para coordinar posturas ante la reunión de mañana.

El sábado, medidas

"Dada la urgencia de la situación, un paquete de medidas enérgicas debería ser publicado el sábado en el Boletín Oficial de la CE", dijo el responsable francés. En opinión de Josselin, la Comisión puede fijar un precio mínimo para las importaciones extracomunitarias de pescado durante un periodo limitado, o, incluso, siempre con carácter temporal, puede acordar la paralización de las importaciones. La Comisión Europea anunció el lunes pasado en Bruselas que iba a lanzar "una advertencia" a Noruega, Islandia, Polonia y Rusia para que reduzcan sus exportaciones a bajo precio hacia la Comunidad Europea. Pero los pescadores franceses no sólo sufren a causa de las baratas importaciones extracomunitarias, sino también de la de países como España, Reino Unido e Italia, que han devaluado sus monedas. Los pescadores franceses denuncian el hecho de que Bruselas "practique el proteccionismo en materia de capturas y el ultraliberalismo en materia de precios".El lunes, los pescadores bretones habían desviado hacia el puerto francés de Cherburgo a un ferry británico. El secretario de Estado del Reino Unido para la Pesca, David Curry, calificó ayer de "inaceptable" la acción y la compañía Britanny Ferries anunció que suspendía temporalmente su servicio.