El acuerdo de cooperación entre la CE y Centroamérica intenta apuntalar los procesos democráticos

Los ministros de Asuntos Exteriores de la CE firmarán mañana en San Salvador con sus seis homólogos de Centroamérica un acuerdo que refuerza la cooperación e intenta así apuntalar los procesos democráticos en esa región. La presentación de la iniciativa de los Doce quedará probablemente, sin embargo, algo deslucida por la revindicación de los países latinoamericanos exportadores de plátanos de un mejor acceso al mercado europeo.

Tras recalcar que la relación entre la CE y Centroamérica se fundamenta en el respeto de los derechos humanos y de los principios democráticos, el acuerdo amplía la cooperación a sectores como las telecomunicaciones, medio ambiente, agricultura y pesca. La diplomacia española intentó en vano completar el acuerdo con un protocolo financiero como el que disfrutan las antiguas colonias europeas de África, Caribe y Pacífico (ACP).

A pesar de ello, Centroamériea es la región no europea cuyos habitantes recibieron en 1992 la mayor ayuda comunitaria per cápita -840 pesetas, frente a 560 en los países ACP- En 1992 la cooperación de la CE con esos seis países alcanzó la cifra récord de casi 19.000 millones de pesetas.

El borrador de la declaración política y económica que deberá ser aprobado mañana por los ministros está dando lugar, sin embargo, a un intenso tira y afloja entre delegaciones. Los centroamericanos pretenden que recoja su preocupación por lo que califican de creciente proteccionismo europeo frente a exportaciones de productos tropicales como el banano.

Principales productores de plátanos del mundo, junto con Colombia y Ecuador, los centroamericanos temen que la armonización de la importación de plátanos, mediante la imposición de un contingente arancelario, acordada por los Doce el 13 de febrero, acarree una fuerte reducción de sus ventas a la CE. Para varios países de la región, la exportación de esa fruta es su mayor fuente de divisas.

Aunque ya en otoño ocho países latinoamericanos formularon una demanda ante el GATT (Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio), los exportadores de banano confían, sobre todo, en que se resquebraje la solidaridad comunitaria y que Alemania, el mayor consumidor europeo de plátanos, denuncie ante el Tribunal de Justicia de la CE el acuerdo alcanzado hace nueve días por los ministros de Agricultura.

Los ánimos están muy caldeados por parte de los centroamericanos. De "infame, injusta e ¡legal" llegó a calificar, por ejemplo, la decisión de la CE Enrique Betancourt, director de la Unión de Países Exportádores de Banano. Se da incluso a entender que los productores podrían reconvertirse y cultivar coca.

Entre los diplomáticos españoles también se palpa cierta indignación. Se culpa en parte a los centroamericanos de haber hecho fracasar la idea de Madrid de devolverles el arancel cobrado a la entrada en la CE bajo la forma de ayuda al desarrollo. La presencia de sus delegaciones de ejecutivos de multinacionales como United Fruit o Chiquita,que controlan la producción, explica el rechazo de esa propuesta generosa.

El jefe de la diplomacia española, Javier Solana, que ayer viajó a San Salvador, aprovechará su estancia en el país centroamericano para visitar a los cascos azules y policías españoles que contribuyen al mantenimiento de la paz. Se entrevistará con el presidente, Alfredo Cristiani, y se reunirá con los responsables de la antigua guerrilla del Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional.