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La bomba que creó el vacio en torno a ETA

La acción de Hipercor cambió la actitud de los políticos catalanes hacia la lucha armada

Enric Company

El atentado de ETA en los almacenes Hipercor de Barcelona, situados en el populoso distrito de Nou Barris, provocó un cambio rotundo en la actitud de los medios políticos catalanes que: hasta entonces se habían sentido atraídos por la retórica de la. lucha armada de liberación nacional. Lo que había suscitado una. especie de admiración por la indomable voluntad de llevar el rechazo al sistema político hasta sus últimos extremos se reveló, del súbito, como una sinrazón de imposible defensa. Y el proyecto de aplicar en Cataluña el método etarra perdió a partir de aquel trágico hecho importantes apoyos entre quienes se habían mostrado dipuestos a ensayarlo.

Nueve días antes del atentado, Herri Batasuna había obtenido 39.692 votos en Cataluña en las elecciones al Parlamento Europeo. Las que convirtieron en eurodiputado a Txema Montero. En algunos núcleos del radicalismo catalán se acariciaba por aquel entonces la idea de reproducir un esquema relativamente parecido al de ETA. Aquellos 40.000 votos no eran lo mismo que los 210.000 (19%) que había recibido Herri Batasuna en Euskadi en las mismas elecciones, pero pensaban que podían ser una base suficiente, un buen punto de partida.El discurso político que. acompañaba este proyecto no era sólo el independentista, sino más bien el de los grupos anti-sistema. Utilizaban el independentismo como elemento susceptible de provocar la ruptura del Estado. Rechazaban la España monárquica como la Cataluña autónoma y la Europa de los mercaderes a cuyas elecciones concurrían. Una organización armada, Terra Lliure, actuaba como su ariete; el Moviment de Defensa de la Terra (MDT) y algunos grupos políticos procedentes del marxismo-leninismo radical constituían su brazo político; los mismos miembros de estos partidos se desdoblaban en dirigentes de asociaciones cívicas afines. En algunos documentos se dio a este esquema el pomposo nombre de Moviment d'Alliberament Nacional.

El estigma del horror

Un abogado que simpatizaba con esta causa explicó, poco después del atentado de Hipercor, que el principal efecto político de aquel bombazo en los medios del radicalismo sociopolítico en Cataluña había sido el de cortar en seco sus expectativas de expansión. Después de lo de Hipercor, lo que de todas formas era una apuesta abocada a la marginalidad se convirtió en un proyecto simplemente estigmatizado por el horror.

Este frenazo pudo contabilizarse incluso en datos electorales cuando en 1989 Herri Batasuna, concurriendo de nuevo a las elecciones europeas, consiguió en Cataluña sólo 15.427 votos, menos de la mitad de los que había recibido en 1987.

Con ser elocuente, el escaso y menguante número de sufragios no lo decía todo. El aislamiento social y político de Terra Lliure fue lo que determinó su fracaso. Y en este fracaso tuvo una decisiva parte de responsabilidad la rotunda reacción popular de rechazo a ETA, al terrorismo y a todo lo que pudiera estar relacionado con él, provocada en Cataluña por el atentado de Hipercor.

Esta repulsa pudo comprobarse inmediatamente después del atentado. Las 300.000 personas que acudieron a la manifestación -celebrada en Barcelona tres días después para -condenar la agresión demostraron que la conciencia política abrumadoramente mayoritaria no dejaba espacio social alguno a la práctica del terrorismo.

La consecuencia fue que los comandos de ETA y los de Terra Lliure han tenido que moverse en el vacío social, que es la condición previa a su fracaso.

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