_
_
_
_
_

El Gobierno alemán advierte que no impedirá las importaciones de acero barato del Este

La crisis del sector del acero en Alemania está poniendo a prueba el compromiso del Gobierno de Kohl con los principios del libre comercio. El ministro de Economía, el liberal Günter Rexrodt, advirtió ayer duramente a la patronal, que se queja de la entrada de acero barato procedente de Europa del Este, contra la tentación de poner barreras a estas importaciones.

Rexrodt insistió, por otra parte, en su apoyo a una solución "estrictamente basada en el mercado" cuando la Comisión Europea se reúna de nuevo la próxima semana para tratar los problemas de este sector.Poco antes de que Rexrodt se reuniera en Bonn con la patronal del sector, unos 30.000 trabajadores de las acerías de la Cuenca del Ruhr habían dado por finalizada la acción de protesta contra el anuncio de 40.000 despidos y el cierre de una acería en el Ruhr.

Los manifestantes mantuvieron cortada durante toda la noche del miércoles al jueves la B-1, la principal arteria de esta zona industrial de Alemania, a su paso por Dortmund. Actualmente, el desempleo en la cuenca del Ruhr es de un 11,6%, mientras que en Duisburg, donde se prevé el cierre de la acería Krupp, alcanza en estos momentos un 12,8%.

"No queremos levantar muros más altos", dijo Rexrodt. "Nuestra política carecerá de credibilidad ante Estados Unidos y Europa del Este si levantamos barreras artificiales". Pero la patronal del sector, acusada por los sindicatos, con bastante razón, de actuar como "un cartel corporativista", insistió en la protección del Estado contra las importaciones baratas procedentes del Este, así como en un reforzamiento más estricto de la reglamentación de los subsidios o ayudas, dentro de la CE, a industrias deficitarias.

Ruprecht Vondran, el presidente de la Asociación Alemana del Acero, señaló directamente a las acerías españolas e italianas como las principales culpables de que no se haya llevado a cabo la reestructuración del mercado en Europa. Para el presidente de Thyssen Stahl, Ekkerhard Schultz, la Comunidad Europea debe cerrar la puerta a las importaciones baratas del Este, pero también a los productos de alta calidad subvencionados dentro de la propia Comunidad.

Los sindicatos, por su parte, piden también la intervención del Gobierno para que impida la entrada de acero procedente del Este.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_