El sueño de Europa
Según un estudio de la Organización Internacional para las Migraciones, un 77% de los habitantes de Albania quieren emigran. Más de una cuarta parte de los rusos, ucranios y búlgaros piensa lo mismo. Las cifras, en todos los países del antiguo bloque soviético, son similares, aunque el deseo de emigrar parece ser menor en Hungría y la República Checa. Esta ola humana que tiene como destino la Europa comunitaria, y que puede en breve plazo alcanzar dimensiones bíblicas, se ha convertido en la principal preocupación de los gobiernos occidentales.La capacidad de absorción de sus sociedades está resultando ser mínima a tenor de los brotes xenófobos y racistas que han surgido por doquier, tan sólo combinando la primera ola de emigrantes con el inicio de la crisis económica. Si la tendencia sigue igual, el surgimiento de los partidos de extrema derecha será inevitable. Pero, por el momento, la preocupación parece ser la de que cada cual salve su ropa sin afrontar la imprescindible tarea de diseñar una política migratoria común.
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