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El Insalud investiga los pagos de clínicas privadas a nefrólogos de hospitales que les envían enfermos

El Insalud de Madrid está preparando un estudio amplio sobre las clínicas privadas que tratan enfermos remitidos por hospitales de la Seguridad Social (el Insalud, mediante concierto previo, se los envía una vez cubiertas sus posibilidades de atenderlos), según han in formado fuentes oficiales. Paralelamente, se trata de averiguar qué tipo de relación laboral tienen los nefrólogos de Insalud con esas clínicas. El expediente de suspensión de pagos de una de ellas ha sacado a la luz el caso de dos jefes de servicio de hospitales que le enviaban enfermos. El centro privado les pagaba por ello un 8% de la facturación total.

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Incompatibilidad sanitaria

Hasta el momento, los investigadores del Insalud han comprobado que al menos cinco médicos perciben honorarios mensuales de clínicas de diálisis -además de sus sueldos de la Seguridad Social- y que otros cuatro, también del Insalud, trabajan en centros privados bajo las órdenes de otros médicos que les pagan, según afirma Antolín Rodríguez, director territorial del Instituto Nacional de la Salud (Insalud).Los tratamientos de hemodiálisis son caros. Por cada sesión, el Estado abona a las clínicas privadas algo más de 17.000 pestas. En 1992, los grandes hospitales públicos de Madrid desviaron a 928 pacientes a clínicas concertadas. La diálisis es una técnica destinada a enfermos cuyos riñones no funcionan. Mientras les llega el trasplante, la única forma de supervivencia es someterse -tres días por semana- a una limpieza de la sangre.

El caso revelado por la suspensión de pagos se refiere a los jefes de servicio de nefrología de La Paz y Puerta de Hierro, que compatibilizan su trabajo en la sanidad pública con su actividad en un centro privado concertado, el Instituto de Ciencias Neurológicas. El Insalud mantiene que el hecho no es ilegal. No obstante, el anterior: equipo directivo del Insalud envió una carta a la clínica en noviembre de 1987 para advertirla que, al tratarse de un centro concertado, su personal está afectado por la ley de incompatibilidades.

Ambos médicos, que no cobran exclusividad (algo más de 100.000 pesetas), tienen un sueldo público de aproximadamente 300.000 pesetas al mes y obtienen en la clínica privada cuatro millones netos anuales, según la cifra reconocida por su abogado. A dicha clínica van a parar, fundamentalmente, sus propios pacientes cuando sus respectivas secciones están sobrecargadas.Los últimos pagos

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El acuerdo que los médicos Luis Sánchez Sicilia, jefe de nefrología de La Paz, y Julio Botella García, del Puerta de Hierro, tienen con el centro privado es algo especial. Ambos perciben el 8% de la facturación total de la clínica, dedicada casi en exclusiva a los tratamientos de diálisis. Su actual director, Ramón Rentero, asegura que más del 80% de sus ingresos llega por esta vía.

Los últimos pagos realizados por esta clínica a ambos médicos tienen fecha de 20 de enero de 1993, por un valor de 745.817 pesetas (para Sánchez Sicilia) y 1.271.229 (para Botella). Un mes antes, el 16 de diciembre de 1992, la clínica extendió un talón a favor de Botella de 3.636.491 pesetas y otro de 2.139.493 pesetas para Sánchez Sicilia. Estas cantidades corresponden a los pagos de septiembre, octubre y noviembre, según fuentes de la clínica.

El asesor y administrador de ambos médicos, Julio Sar Pumares, asegura que las cantidades percibidas son, sin embargo, menores ("entre cuatro y cinco millones de pesetas netas anuales"). A pesar de que la remuneración está establecida por porcentaje, asegura que no son comisiones, "sino salarios por los servicios que prestan en esa clínica", y añadió: "El Insalud lo sabe, porque aquí no hay nada ilegal".

Fuentes sanitarias consideran que el hecho de que se hayan conocido las cantidades que perciben Sánchez Sicilia y Botella obedece al enfrentamiento que existe ahora entre ambos médicos y el Instituto de Ciencias Neurológicas, que presentó suspensión de pagos en agosto de 1992 (y que ha sido levantada).

El director territorial del Insalud prefiere no pronunciarse sobre si es "moral o amoral" que Botella y Sánchez Sicilia perciban un 8% de los ingresos del Instituto de Ciencias Neurológicas, aunque insiste en que "no es ilegal". "El que cobren por un porcentaje es indiferente. Se trata de la ganancia total de la clínica, no sólo de lo que perciben del Insalud", afirma. Rodríguez matiza que ambos no desvían enfermos a su libre albedrío, sino que son derivados a un centro privado una vez que la capacidad de sus hospitales está saturada. "Son derivados automáticamente a unas clínicas privadas, que son siempre las mismas para cada área sanitaria, para tener controlados a los pacientes".

"Nunca he llegado a cobrar el 8%, sino menos", cuenta el doctor Julio Botella. "Puedo trabajar donde quiera, pues no cobro ni dedicación exclusiva ni el complemento específico [del Insalud]", recalcó. Asegura que trabaja para el instituto desde antes de 1982, y asevera, al igual que su abogado, que el Insalud lo sabe. "La mayoría de mis colegas de la Seguridad Social también trabaja en clínicas privadas, creo yo", dijo. Este periódico ha intentado sin éxito conversar con el doctor Sánchez Sicilia.

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