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Los presos extranjeros, drogadictos, marginados o violadores tendrán más difícil salir de permiso

Miguel González

Extranjeros, drogadictos, marginados o condenados por delitos graves, como violación, tendrán más difícil salir de la cárcel con la nueva instrucción sobre estudio y tramitación de permisos de salida de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias, que aplicarán todas las prisiones a partir del 1 de junio. Justicia pretende predecir el comportamiento en libertad de los reclusos con una "tabla de variables de riesgo" destinada a cuantificar las posibilidades de que el preso utilice mal el permiso, no regrese a prisión o incluso lo aproveche para cometer un nuevo delito.

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La tabla de predicción de riesgo incluye 18 variables relacionadas con las características personales del preso, su actividad delictiva, su comportamiento en prisión y las condiciones en que se desarrollará el permiso. Cada una de estas variables admite distintas situaciones de riesgo, a las que corresponde una puntuación que puede llegar hasta un máximo de tres puntos.Por ejemplo, si un recluso proviene de un país de la Comunidad Europea (CE) u tiene buena vinculación en España o apoyo institucional, recibe un punto; mientras que un extranjero sin vinculación en España y sin permiso de residencia o trabajo recibe 3 puntos. Los drogodependientes y alcohólicos reciben entre 1 y 2 puntos; los que lleven una forma de vida marginal, un punto; los condenados por delitos de "notoriedad pública", un punto, y los asesinos o violadores , 3 puntos, entre otros casos.

Una vez cumplimentada la tabla de un interno, se sumarán los puntos obtenidos. Aunque un preso que obtuviera la máxima puntuación en todas las variables tendría 29 puntos, basta con que obtenga 10 o más para que se le clasifique como de "riesgo máximo". Si la suma da entre 6 y 9 puntos, se le considera de "riesgo alto"; si es igual o inferior a 5 puntos, de "riesgo medio".

El concepto de "riesgo" lo define el texto como el "probable quebrantamiento [del permiso], comisión de nuevos delitos o repercusión perjudicial sobre el interesado" si éste, por ejemplo, es drogodependiente en rehabilitación y puede recaer en el consumo. También comprende esta definición todo "riesgo inaceptable para la sociedad", aunque no explica en qué consiste.

Según la instrucción de Instituciones Penitenciarias, la tabla de predicción "se entiende como un instrumento operativo para valorar la carga de riesgo que plantea el permiso que sé estudia", por lo que debe incorporarse al informe elaborado por el equipo de tratamiento del centro penitenciario para su examen por la Junta de Régimen de la prisión.

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La tabla se cumplimentará siempre que la junta vaya a autorizar o proponer un permiso ordinario de salida para un preso clasificado en segundo o tercer grado. Este tipo de permisos constituyen más del 99% de los 53.029 concedidos en 1992.Medidas de control

La tabla de riesgos se ha elaborado después de estudiar y tratar estadísticamente los permisos, fallidos en 30 centros penitenciarios. Aunque los baremos de la misma ya se tenían en cuenta en los informes de los equipo de tratamiento, es la primera vez que se sistematizan y cuantifican.

Los resultados de la tabla, "de carácter tanto cuantitativo como cualitativo, no condicionan de forma matemática el acuerdo de concesión, pero tienen que tener, lógicamente, una influencia directa y muy importante sobre él", agrega el documento.

El pasado martes, el secretario general de Asuntos Penitenciarios, Antoni Asunción, ya advirtió que "en caso de duda [sobre el comportamiento del recluso] no se concederá el permiso" y que "la Administración está dispuesta a asumir muy pocos riesgos" en esta materia.

La instrucción admite que todos los permisos "conllevan cierto riesgo" por lo que sugiere "la oportunidad de establecer medidas de control". Entre otras, cita la presentación en comisaría o en prisión; el acompañamiento por un familiar que se responsablilice del interno; la prohibición de acudir a algunos lugares, o la obligación de asistir a algún cientro asistencial. Tras cada permiso se analizará su resultado, tanto si el preso ha regresado como si se ha evadido.

La instrucción es un documento interno, sin relación con la anunciada reforma de la Ley General Penitenciaria, aunque persigue el mismo objetivo: reducir las fugas y los delitos cometidos durante los permisos.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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