González llevará al programa electoral la reforma laboral si fracasa el diálogo con los sindicatos

El presidente del Gobierno, Felipe González, manifestó ayer que asumirá el compromiso de presentar al Consejo Económico y Social (CES) la reforma del mercado laboral para tratar de alcanzar un acuerdo por la vía del diálogo. Pero en caso de fracaso, González anunció que incorporaría esta reforma al programa electoral del PSOE. Además de las reformas estructurales, propuso dialogar con los agentes sociales sobre la política de rentas en su conjunto". González disertó también sobre la unidad europea y ofreció una visión pesimista sobre sus posibilidades actuales, que achacó a la recesión económica, la debilidad de los gobiernos y la atribución de todas las responsabilidades a Bruselas.

Felipe González aprovechó la clausura de los encuentros de España en la Unión Europea, organizados por Euroforum en El Escorial, para lanzar un mensaje a los sindicatos sobre su voluntad de llevar adelante la reforma del mercado laboral. Un Felipe González en clave de gobernante, y rehuyendo a la prensa para evitar las declaraciones partidistas, insistió en uno de sus discursos favoritos del momento: el cumplimiento de sus compromisos como gobernante evitando las tentaciones electoralistas.Tras señalar que no está dispuesto a "caer en la tentación de subir dos puntos el déficit para dar sensación de alegría a la economía", entró en harina. "El plan de convergencia se está cumpliendo de forma insuficiente. Hay que modificar las normas laborales mediante el diálogo y el acuerdo porque son muy rígidas", dijo González, para añadir a continuación: "Me cuesta asumir que la respuesta de los interlocutores sociales esté condicionada por la coyuntura política". El jefe de Gobierno dijo, a renglón seguido, que "en algunos aspectos es necesario el acuerdo con los interlocutores sociales, pero en otros es más difícil". Tras señalar que "es necesario que haya una revisión global del mercado de trabajo", argumentó la necesidad de la reforma de este modo: "Algunas modalidades del contrato temporal son inútiles y, por ejemplo, no hay tampoco facilidad para hacer contratos de trabajo parcial. Tenemos que reflexionar sobre esta situación".González dijo también: "Tenemos que flexibilizar el mercado laboral porque tenemos rigideces que impiden crear empleo. También tenemos que hacer un esfuerzo por conseguir que los interlocutores sociales sean activos y asuman sus responsabilidades porque es imposible que se resuelva todo desde el Gobierno". "Hay que sentarse a dialogar sobre las reformas estructurales y la política de rentas en su conjunto. No sólo sobre aspectos puntuales de las mismas", añadió en medio de un silencio total y en un ambiente repleto de empresarios y políticos que siguieron con atención la intervención de González.

Tampoco faltó una insinuación crítica al Partido Popular cuando señaló: "Hay tantos predicadores en el país que sólo se suben al púlpito para decir lo mal que lo hacen los demás y no dicen cómo lo harían ellos. Una cosa es predicar y otra es dar trigo".

González habló también de la Unión Europea en un tono cargado de pesimismo: "Hoy empieza a suponer para algunos responsables políticos un problema mantener lo que firmaron hace un año en Maastricht. ¿Qué está pasando para que un número considerable de mis colegas se sientan inseguros ante sus opiniones públicas de lo que firmaron hace un año? Hoy todos los Gobiernos europeos son más débiles que hace un año".

Pesimismo europeo

Felipe González siguió profundizando en su visión pesimista sobre la unidad europea: "Estamos los dirigentes con una preocupación excesiva por adaptarnos al terreno. Estamos en una situación de eurodesconcierto. No está claro que en Europa la idea de la Unión Europea tenga hoy la misma vigencia que hace diez meses. Y no la tiene porque hoy no es tan rentable para un responsable político defender esa idea".Felipe González responsabilizó a los dirigentes políticos europeos de esta situación: "No es tanto un problema de opinión pública. El fallo está en que tenemos miedo a llevar adelante el proyecto de unidad europea. Nos falta coraje político para enfrentarnos a nuestras opiniones públicas".

Felipe González finalizó su intervención con un llamamiento a los responsables políticos europeos para que "se despejen las incertidumbres políticas con urgencia". En la misma línea, solicitó un esfuerzo de reactivación económica, que "es compatible con la convergencia europea".