A puerta cerrada, pero no a oscuras

Vicente Martínez Castelló ya no es el jefe de Obras de Cooperación, aunque sigue vinculado como funcionario a esa consejería. Sobre las 10.30 de ayer llegó a la Asamblea escoltado por otros dos técnicos de la Comunidad y se introdujo en la sala de la comisión sin hacer ningún tipo de declaraciones. El ventanal acristalado de la sala de comisiones da a los pasillos de la Asamblea y es transparente en su parte superior, por lo cual los informadores gráficos pudieron obtener imágenes de la sesión, que se celebraba, en teoría, a puerta cerrada.El debate sobre el carácter secreto o abierto de las deliberaciones llevó al Partido Popular a solicitar un dictamen de los servicios jurídicos de la Asamblea. Los letrados señalan en su informe que las comisiones de investigación son secretas "en todo caso", según el artículo 61.3 del Reglamento de la Cámara.

Martínez Castelló abandonó la sede de la Asamblea seguido por una nube de periodistas a los que sólo respondió con negativas o con la frase "No puedo hablar sobre eso". Un conductor oficial le sacó del aparcamiento del Parlamento regional en un Renault 19 de color blanco que portaba el distintivo de la bandera de la Comunidad de Madrid.

En la sesión de la mañana de ayer también compareció ante la comisión investigadora del caso Atocha Antonio Bello, técnico aparejador de la obra del Laboratorio de Sanidad Animal de Algete. La Consejería de Cooperación adjudicó por 113 millones de pesetas este trabajo el 29 de diciembre de 1988 a la empresa Gemesa, en concurrencia con Atocha y Coidecosa. Sin embargo, en la misma fecha de la adjudicación, Gemesa presentó una certificación (factura) por acopio de materiales de construcción que ascendía a 72 millones. Según los parlamentarios consultados, el aparejador Antonio Bello declaró ayer ante la comisión que otro "técnico auxiliar", cuyo nombre no ha sido facilitado, fue quien verificó la existencia de los materiales, y que él se limitó a estampar su firma en la certificación sin haber visto directamente los acopios, de conformidad con los datos que le suministraron. En fuentes de la investigación se destaca que la existencia de los materiales almacenados en la obra de Algete -que fueron pagados por la Comunidad- no ha quedado aún acreditada.