Sectores de UGT discrepan de su dirección y, desean empezar a negociar la reforma laboral
La propuesta del Gobierno de negociar una reforma radical del mercado de trabajo ha sido recibida con satisfacción en amplios sectores de la UGT que sostienen posturas mucho más dialogantes que las defendidas por la ejecutiva del sindicato. La cabeza visible de estas posiciones es el secretario general de la UGT de Cataluña, Josep María Álvarez, que insiste en la bondad de llegar a acuerdos. Los ugetistas catalanes señalan que no están solos en la defensa de estas posturas.
El secretario general de la UGT catalana afirmó a este diario que no hay que eliminar ahora el permiso administrativo en los despidos colectivos "porque no hay que dar pasos en una sola dirección, pero el verdadero problema de fondo no es ése, sino la necesidad de no caer en una defensa a ultranza del proteccionismo de la Administración en las relaciones laborales, porque eso nos aleja del eje de la cuestión: la necesidad de potenciar el poder de las organizaciones sindicales en las empresas para hacer innecesaria esa protección". Álvarez se inspira en el modelo alemán, que conoce bien.A juicio de la UGT catalana, la normativa proteccionista española se debe al escaso poder de los sindicatos en las empresas: "No queremos eliminar esta protección, pero tampoco defenderla para siempre. Más que mantener la protección pública, lo verdaderamente importante sería que ésta no fuera necesaria y hacia ahí debe ir la negociación sindical".
Álvarez defiende la necesidad de negociar con el Gobierno porque "si seguimos por el camino del decreto vamos a hacer una sociedad sesgada, rota, sin cohesión, y un país socialmente más agresivo". En su opinión, lo importante es que los sindicatos tengan "mayor presencia social aunque eso represente estar más metidos en el entorno institucional y no tener plena libertad para hacer según qué cosas". Álvarez considera una buena noticia la propuesta lanzada esta semana por el Gobierno porque "hasta ahora no se había afrontado en serio la reforma laboral".
Los ugetistas catalanes sostienen que no son el único sector del sindicato que defiende estas posturas, aunque admiten que sí son los únicos que lo han hecho abiertamente. En este sentido, señalan que sus tesis enlazan con las que defienden en la práctica el secretario general de la Construcción, Manuel Garnacho y, en parte, el del Metal, Manuel Fernández Lito.
Garnacho firmó al pasado mes de junio de 1992 el famoso acuerdo con la patronal sobre la reforma de las Ordenanzas Laborales. Lito, por su parte, pasa por haber sido -junto al secretario general de la UGT de Asturias, Eduardo Donaire- el inspirador del acuerdo en la siderurgia integral.
Acercamiento
Otros sectores del sindicato, según estas fuentes, se acercan también a estas tesis, lo que no significa que las suscriban íntegramente. Sería el caso del secretario general de la UGT de la Comunidad Valenciana, Rafael Recuenco y, en algunos aspectos, el de la madrileña, José Luis Daza. Ninguno de ellos ha podido ser localizado en los últimos días por este diario. Según las mismas fuentes, federaciones estatales como las de Alimentación, Químicas-textil o Comercio habrían expresado también su comprensión hacia las posturas de ÁIvarez.Blanca Uruñuela secretaria general de la federación estatal de Alimentación, coincide en que Io que no se puede hacer es rechazar frontalmente la propuesta de reforma global que ha ofrecido el Gobierno porque ya ha demostrado que si no se negocia lo impondrá,. como hizo con el decreto de prestaciones del desempleo". "En esas condiciones, lo más adecuado es sentarse para ver lo que nos ofrece y no sólo rechazar lo que no nos guste sino aportar propuestas, sobre todo en la línea de reforzar la democracia industrial", señala, "o sea, el poder de los sindicatos en las empresas".
No obstante, Uruñuela matiza: "El despido libre es un debate falso porque ya existe. Si de lo que se trata es de abaratar el despido y reducir su coste, lo primero que hay que hacer es reforzar el poder de los sindicatos en las empresas. Y esto es así porque los empresarios han demostrado con la reforma de la contratación que abusan de algunos instrumentos cuando su utilización sólo depende de ellos".
El secretario general de la federación de química-textil, Jesús Urrutia, defiende que UGT ya ha demostrado en el pasado su talante negociador. "Estamos abiertos a negociar, pero según qué y según bajo qué prisma porque el Gobierno está lanzando globos sonda para ver cómo se reciben sus propuestas. Eso es crear falsas expectativas entre los trabajadores".
"Hay que ir a una mayor participación en momentos de crisis porque hay sitios en los que será difícil aumentar el IPC debido a la situación caótica de las empresas", admite el sindicalista.
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