El Poder Judicial pide prudencia a los políticos en sus críticas a los jueces,

El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) difundió ayer un comunicado en el que pide a los políticos que observen una "prudencia ejemplar" a la hora de criticar a los jueces. La declaración, aunque no menciona los hechos a los que se refiere, constituye una respuesta apenas velada a las críticas al juez Marino Barbero, instructor del caso Filesa, formuladas por destacados dirigentes socialistas, incluido el propio presidente del Gobierno, Felipe González.

"Los dirigentes sociales y políticos gozan de la misma libertad de crítica de las decisiones judiciales de que disfrutan todos los ciudadanos. Sin embargo, aquellos deben en este punto observar una prudencia ejemplar promoviendo una actitud general de respeto a la Justicia como pieza esencial del Estado de Derecho", afirma el órgano de gobierno de los jueces.Aunque la iniciativa de difundir una declaración de apoyo al juez Barbero partió del sector más conservador del CGPJ, el documento final recibió el apoyo de todos los miembros del pleno del consejo. El escrito fue redactado por una comisión integrada por el presidente de la institución, Pascual Sala, y por tres vocales -Antonio Bruguera, Andrés de la Oliva y Tomás Vives- elegidos a propuesta de Convérgéncia i Unió, el Partido Popular y el PSOE, respectivamente.

El debate sobre este asunto candente del orden del día se prolongó cuatro horas y, según algunos vocales pertenecientes al llamado sector progresista, "se ha llegado hasta donde se podía llegar, sin que se nos pueda acusar de respaldar estrategias partidistas". El objetivo de la nota difundida ayer -explicó el presidente del CGPJ, Pascual Sala- es "hacer un llamamiento para que se respete al poder judicial y se le deje al margen de la pugna política en un año electoral". En ningún caso, esta decisión, subrayó, "debe interpretarse como un enfrentamiento institucional con el Gobierno y sus miembros".

Sin citarlo expresamente, el comunicado supone un respaldo al juez Barbero, instructor del caso Filesa. "El Consejo General del Poder Judicial", dice textualmente el punto cuarto, "no puede juzgar y no juzga, en ningún sentido, actuaciones judiciales determinadas. Pero sí debe defender que cualquier juez o magistrado ejerza sus funciones en un clima de serenidad y de respeto hacia su ámbito estrictamente personal".

Reacción del ministro

La declaración del poder judicial reafirmó "la clara y rotunda legitimidad democrática de los jueces, que no debe ser cuestionada por ningún motivo".

Por su parte, el ministro de Justicia, Tomás de la Quadra, recordó ayer que Barbero no había pedido el amparo del CGPJ, posibilidad que tienen los jueces cuando se sienten atacados en su independencia, e insistió en que no ha existido "ninguna presión del poder político" sobre el magistrado, aunque quizá haya, dijo, "una presión ambiental". En este sentido, criticó la concesión a Barbero del premio al mejor jurista del año por una asociación de antiguos alumnos de Derecho pues, según dijo, "en casos que todavía están pendientes, tanto el premio como la censura pueden tener efectos sobre la imparcialidad o independencia".

En su reunión de ayer, los miembros del CGPJ no se pusieron de acuerdo para cubrir una vacante de la Sala de lo Penal del Supremo. Los candidatos eran Perfecto Andrés Ibáñez, Terenciano Álvarez y José Antonio Jiménez-Alfaro. Para haber salido elegidos eran necesarios 10 votos. La candidatura de Julián Pérez Templado fue retirada. Fuentes judiciales opinaron que "se ha fracturado" el Consejo General del Poder Judicial por "el veto del Ministerio del Interior y la abstención de los vocales más próximos al aparato del PSOE, lo que teóricamente beneficia al PP".

Por el contrario, Jesús Ernesto Peces Morate, de Jueces para la Democracia, fue elegido magistrado de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Supremo. José Mateo Díaz será el nuevo presidente del Tribunal Superior de Justicia de Madrid y José Luis de Pedro, del de Castilla y León.