El diario 'Ya' reduce su distribución a tres autonomías para eliminar gastos

El diario Ya ha reducido su distribución a las comunidades autónomas de Madrid, Castilla y León y Castilla-La Mancha, como consecuencia de las primeras medidas con las que los nuevos propietarios, el grupo mexicano Editoriales del Sur, pretenden hacer frente a la crítica situación del diario, que en 1992 ha perdido unos 1.500 millones de pesetas.

El día 5 de febrero, la junta extraordinaria de accionistas de este periódico aprobará la desaparición del Consejo de Administración y ratificará el nombramiento de Ramón Serres como administrador único de la empresa. Serres ejecutó hace tres años en este mismo rotativo una reconversión parecida a la que ahora se pretende llevar a cabo.

Junto a esta medida de reducir el área de distribución, que según los trabajadores tendrá como consecuencia una baja considerable en la difusión del diario (en noviembre pasado alcanzó 38.000 ejemplares, de acuerdo con cifras del comité de empresa), los nuevos propietarios se proponen rebajar costes aplicando otras medidas que no han sido especificadas.

Serres ha señalado a EL PAÍS que la reducción de zonas de distribución se hace "no tanto para contener los costes, sino para hacer subir la difusión". "Vamos a reforzar el producto en las áreas históricamente de mayor penetración del Ya dentro de un plan de relanzamiento del periódico", ha añadido.

Dificultades

Las dificultades para aplicar un plan de viabilidad han aumentado, toda vez que los trabajadores han rechazado las propuestas que les ha hecho la empresa de reducir la plantilla en 80 trabajadores (el Ya cuenta con una plantilla de 280 personas), reducir en un tercio el salario, trabajar gratis los domingos o aplazar hasta septiembre el cobro de las dos pagas extraordinarias de febrero y julio.Los trabajadores, que acaban de reelegir al comité de empresa, con mayoría de UGT, han anunciado acciones de protesta contra la actual empresa, frente al editor del grupo Zeta, Antonio Asensio, presidente de Antena 3 de Televisión, anterior propietaria del periódico, y ante la Conferencia Episcopal, a la que los trabajadores ligan a la operación de venta y consideran responsable moral de la situación.

La situación ha producido desconfianza entre los trabajadores del diario. "Creemos que el periódico no se va a cerrar, porque su cabecera significa mucho desde el punto de vista histórico y está unida a muchos intereses", ha dicho Miguel Revuelta, presidente del comité de empresa. "Si lo principal fueran las pérdidas debería haberse cerrado en 1980, año desde el que viene perdiendo dinero", ha añadido Revuelta. "Harán una nueva reconversión, más o menos radical, como la que hizo Serres en este mismo medio, y después alguien se hará cargo del periódico, convertido ya en una pequeña publicación local", añade.