La Audiencia de Sevilla condena al ginecólogo García Otero por la muerte de una paciente que fecundó 'in vitro'
La sección primera de la Audiencia de Sevilla ha condenado a seis meses de cárcel y 10 millones de indemnización al ginecólogo Eduardo García Otero por un delito de imprudencia temeraria con resultado de muerte.García Otero practicó en 1985 una laparoscopia -operación consistente en la extracción quirúrgica de un óvulo para su fecundación en laboratorio-previa a una fecundación in vitro a Andrea Domínguez Llanes, de 38 años, quien falleció 13 días después víctima de una septicemia provocada por una peritonitis. Según el informe del fiscal, Antonio Ocaña, "hay perforación intestinal con adherencia; hay septicemia y afectación de multiórganos. La paciente era una mujer sana y llegó al Hospital Universitario de Sevilla en pésimas condiciones".
El ginecólogo ya fue juzgado y absuelto del delito de imprudencia temeraria en junio de 1991. El titular del juzgado de lo Penal número 11 de Sevilla, Francisco Gutiérrez López, consideró que no resultó "suficientemente acreditado (...) la indudable conexión causal entre la actuación del acusado y el resultado lesivo producido".
La sentencia absolutoria de 1991 dejó, no obstante, abierta la posibilidad de que la acusación particular, ejercida por el marido de la víctima, Gerardo Ceada, apelara ante la Audiencia de Sevilla para exigir responsabilidades al ginecólogo.
El fallo le la sección primera se produce precisamente a resultas del recurso planteado por el abogado de Ceada, Carlos Palomar, quien denunció que los testimonios de los peritos aportados por la defensa fueron "corporativistas".
García Otero declaró ayer a EL PAÍS que aún no conocía la sentencia, y que, por tanto, no podía comentarla. Su abogado, Francisco Baena Bocanegra, permaneció durante toda la tarde de ayer ilocalizable.
En su calificación final, el fiscal pidió para el acusado una pena de cuatro años, dos meses y un día de prisión, mientras que la acusación particular aumentaba la condena a seis años y 60 millones de indemnización.
El fiscal afirmó durante la vista oral que "ante la irresponsabilidad médica, hay datos irrefutables".El abogado de García Otero, Francisco Baena Bocanegra, atribuyó el origen del proceso judicial a "torticeros proyectos lucrativos". Baena manifestó: "No se han probado los cargos, la verdad material no acusa al ginecólogo y además todas las acusaciones se han construido con hipótesis".
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