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La mancha de petróleo junto a la isla de Sumatra presenta poco riesgo ecológico

Sólo uno de los 14 tanques del superpetrolero Maerk Navigator, que chocó el jueves con otro carguero a 111 kilómetros de la isla indonesia de Sumatra, continúa vertiendo crudo al mar, aunque en cantidad pequeña. No obstante, la fuga ha formado ya una mancha de 3,2 kilómetros de largo. La compañía propietaria, la danesa A. P. Moller, cree que se podrá evitar una catástrofe ecológica dado la relativamente pequeña fuga y las condiciones medioambientales.

La zona siniestrada está llena de criaderos de pescado y es de una, gran riqueza vegetal y faunística. Los propietarios del buque dicen estar convencidos de que esta vez no habrá desastre ecológico. "Según nuestros contactos, el fuego y la pérdida de crudo quedarán bajo control en los próximos días", afirmaron.

Los expertos medioambientales aseguran que el desastre puede evitarse si el crudo, que es muy poco denso, se evapora bajo el sol tropical o se termina de quemar a bordo del buque. Esa ligereza del crudo hace que sea más fácil de combatir en el caso de que haya que emplear detergentes. También contribuye al menor riesgos la relativa calidez de las aguas, con microorganismos muchos más activos contra elementos extraños que cuando las aguas son frías.

El buque siniestrado transportaba 254.000 toneladas de petróleo desde Omán a Japón y chocó contra el carguero Sanko Honour, se incendió, fue abandonado por su tripulación y ahora está a la deriva.

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