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Reencuentro en Marruecos de la 'familia aliada'

El ataque aéreo a Irak no logré empañar el reencuentro que celebró la familia aliada en Marruecos para conmemorar el 50 aniversario de la Conferencia de Casablanca, efectuada en plena Segunda Guerra Mundial -14 de enero de 1943- y que estuvo protagonizada entonces por el presidente norteamericano, Franklin Delano Roosevelt, y el primer ministro británico, Winston Churchill, y a la que se sumó días más tarde el general Charles de Gaulle.

Descendientes directos de los tres grandes -Roosevelt, Churchill y De Gaulle-, viejos soldados de la academia militar de West Point, hijos y amigos de los consejeros presidenciales, embajadores ya jubilados, periodistas retirados e historiadores ávidos de nuevas anécdotas se han reunido durante una semana en las ciudades de Casablanca, Fez y Marraquech para recordar la efeméride. Todos por encima de los 65 años, algunos con problemas de salud y la mayoría norteamericanos, ricos e influyentes.

Juntos han protagonizado durante estos días varias sesiones de historia oral, ejercicio al que se ha sumado el martes el propio rey Hassan II, cuando recibió en el palacio de Fez a la delegación norteamericana. El monarca narró a los visitantes el recuerdo de un muchacho de 13 años, que asistió por deseo de su padre -el futuro Mohamed V- a una importante reunión con los amos del mundo en plena guerra mundial.

"Me acuerdo de la visita imprevista, que él me hizo [Mohamed V] al colegio imperial de Rabat. Era un viernes. Me dijo que debía prepararme para acompañarle aquella tarde a Casablanca. Para ir a inaugurar una escuela. Me dijo que me vistiera con el traje tradicional: chilaba y tarbuk. Debía de guardar en secreto aquel viaje", explicó en un tono coloquial y directo el monarca a los congresistas.

El rey les recordó a los americanos que su padre y el presidente americano hablaron durante la Conferencia de Casablanca de la descolonización de los pueblos africanos. Roosevelt evocó "un futuro radiante para los pueblos oprimidos, un futuro de libertad y de tiempos mejores" y aseguró que "el fin de la guerra marcará la era de la liberación de los pueblos", explicó el monarca.

Los actos de conmemoración concluyeron en Marraquech bajo la presidencia del ministro de Estado, Mohamed Alaui, quien hablé de los lazos que unen a Estados Unidos y Marruecos. Se trata, según el ministro, de "una amistad que no ha vivido ninguna crísis". El discurso del ministro alauí llegó cuan do se habían ya superado los momentos de tensión que vivieron con absoluta discreción los organizadores del Congreso al enterarse en Marraquech del bombardeo aliado al sur de Irak.

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La noticia llegó a los congresistas mucho más tarde, el jueves, junto con la ausencia del gobernador civil de la provincia, la salida precipitada hacia Rabat del embajador norteamericano en Marruecos y la suspensión del banquete con el que la Embajada de Estados Unidos pensaba agasajar a los congresistas.

"Hoy, como ayer, se lucha por un mundo mejor", aseguró un veterano de la Segunda Guerra Mundial en uno de sus parlamentos, mientras los representantes marroquíes procuraban no hacer ningún comentario a la situación.

El proyecto de conmemorar el 50 aniversario de la Conferencia de Casablanca surgió de la Franklin Roosevelt Library, una institución americana dedicada a la investigación de la vida y la obra del presidente. Roosevelt Library ya ha celebrado otras conmemoraciones, como el 50 aniversario de la Carta del Atlántico, que efectuó el año pasado. Su proyecto más inmediato es recordar la conferencia de Yalta, que en 1994 celebra también su 50 aniversario.

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