El estudio del gato montés español completa la teoría de la evolución, según sus autores
Los gatos monteses españoles, descendientes directos de los gatos salvajes de hace 20.000 años, ven mejor de día que los gatos domésticos, que están más adaptados a la caza nocturna. Los resultados de un estudio realizado por dos investigadores españoles y uno estadounidense sobre el gato montés español respecto al gato doméstico proporciona datos interesantes sobre ambos animales, pero su verdadera importancia reside en que propone un nuevo mecanismo de adaptación rápida de las especies, en muy pocos años (entre 15.000 y 20.000) en términos evolutivos.
Los investigadores creen haber hallado, en un estudio iniciado hace casi cinco años y publicado ahora, que la adaptación de los animales a su medio tiene lugar mediante la muerte de determinadas células, en este caso neuronas, durante la segunda mitad del desarrollo fetal y poco después del nacimiento. Este fenómeno se produce en todos los mamíferos, pero en el gato doméstico resultó excepcionalmente elevado."No cuestionamos la teoría de la evolución, pero sí la completamos en lo que se refiere a la evolución del cerebro", declaró ayer Fernando Reinoso Suárez, profesor emérito de la universidad Autónoma de Madrid. "Lo clásico es decir que la evolución a lo largo de millones de años, se caracteriza por una mayor producción de células y su diversificación. Nosotros añadimos que a corto plazo, existe otro mecanismo que consiste en esculpir el cerebro poco antes del nacimiento destruyendo células que son distintas según el medio en que viva el animal". En un feto de gato montés, los investigadores encontraron que la producción de neuronas en la retina era igual de numerosa que en un feto de gato doméstico.
Cerebro mayor
En la investigación se encontró que el tamaño del cerebro de los gatos salvajes es mayor que en los gatos domésticos, y el número de neuronas es entre un 30% y un 50% superior en los primeros que en los segundos. Esto no quiere decir que el gato doméstico sea menos inteligente que el montés. "No existen estudios de comportamiento, por lo que no lo sabemos", explicó Carmen Cavada, también profesora del Departamento de Morfología de la Facultad de Medicina, que realizó el estudio junto a Reinoso y el estadounidense Robert Williams. "El gato doméstico pierde más neuronas, pero desarrolla otras más que el salvaje", añadió. "Es posible que esta adaptación se realizara durante la transición de gato salvaje a doméstico, cuando el hombre perseguía al animal y tuvo que adaptarse a cazar de noche, y no se deba a la vida más cómoda del gato doméstico".Los siguientes estudios, proponen estos investigadores, deben centrarse en el gato salvaje del norte de Africa, que se cree fue domesticado por los egipcios hace 3.500 años y constituye una etapa intermedia entre los ahora estudiados.
Los animales utilizados en el estudio fueron suministrados por el Icona y eran ejemplares cuyo estado no permitía su suelta. Los científicos tuvieron primero que verificar que eran verdaderos gatos monteses, y no híbridos con gato doméstico, lo que hubiera invalidado la investigación. "Estudiamos la dentición comparándola con estudios paleontológicos publicados sobre fósiles del pleistoceno existentes en Alemania y otros países y verificamos que se trataba del mismo animal", explicó Cavada.
La falta de evolución del gato montés español se explica por el aislamiento climático de la Península Ibérica durante las glaciaciones, lo que permitió que se mantuviera su hábitat sin grandes cambios y que no entrara en contacto con el ser humano hasta fechas recientes.
Inmensa ventaja
En Estados Unidos, Robert Williams ha declarado que la inmensa ventaja evolutiva de adaptarse a diferentes ambientes mediante el mecanismo de matar células del cerebro de forma selectiva antes del nacimiento es que el animal retiene la capacidad de recuperar los rasgos eliminados si su medio ambiente cambia de forma brusca. Así, el gato doméstico podría desarrollar nuevamente la visión en color si tuviera que volver a cazar de día.Un experto estadounidense en biología evolutiva, Harvey Karten, se mostró cauteloso ante la tesis. "Decir que la muerte celular es el mecanismo a través del cual se expresa la evolución va más allá de los datos que tenemos actualmente" declaró al diario The New York Times.
Un detalle curioso de lo encontrado por los investigadores es que él tamaño del cráneo del gato montés y del gato doméstico es similar. Dado que el cerebro es más pequeno en el segundo, lo que aumenta es el espesor de su pared craneal.
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