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Londres envía refuerzos a los Balcanes

El Gobierno británico decidió ayer incrementar su presencia militar en Bosnia con el envío de un nuevo contingente de soldados (que se sumarán a los 2.300 que ya encuentran allí), piezas de artillería ligera y, sobre todo, una flotilla encabezada por el portaaviones Ark Royal.

El portaaviones que transporta a los refuerzos -cuyo número no ha sido especificado- zarpó del puerto de Portsmouth ayer mismo, precedido por el buque de escolta Argus. Está previsto que ambos buques -realicen maniobras de preparación en la zona del canal de la Mancha hasta unirse con el resto de la flotilla, que incluirá un destructor y naves de apoyo.

Mientras tanto, los dirigentes de la autoproclamada República Serbia de Bosnia informaron ayer que están preparando la sesión parlamentaria para discutir las propuestas del plan de paz de Ginebra y el plazo impuesto por la Comunidad Europea para que lo acepten, sopena de nuevas sanciones. Según declaró un portavoz de la presidencia serbia de Bosnia, podrían tardar varios días para lograr reunir a los 80 diputados de la asamblea, por lo que prevén que la sesión se inicie después del próximo domingo.

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El líder de los radicales serbio de Bosnia, Radovan Karadzic responsable de la conquista de dos tercios de la república y de la limpieza étnica, aseguró, tras aceptar el plan propuesto en Ginebra, que podría dimitir si el Parlamento de los serbios de Bosnia no acepta el plan. Karadzic aceptó en el último momento la propuesta de que Bosnia siga siendo un Estado unitario, en contra de las propuestas de los radicales serbios y de él mismo de forjar una Gran Serbia. Sin embargo, Karadzíc volvió a sembrar la duda sobre su disposición a respetar lo acordado en Ginebra.

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El psiquiatra de Sarajevo afirmó que sus tropas conservarán, "por las buenas o por las malas", el corredor estratégico que garantiza las comunicaciones de Serbia con los rebeldes serbios en Bosnia y Croacia. Lo que entra en colisión con la idea de una República Bosnia, multiétnica y con un poder central en Sarajevo.

El presidente bosnio, Alia Izethegovic, por su parte, aseguró ayer que ha conseguido "una victoria política" frente al líder de los radicales serbios. En declaraciones a Radio Bosnia, lzetbegovic afirmó que "en caso de que la asamblea [el Parlamento de los radicales serbios] rechace el proyecto de principios constitucionales", la posición política y militar de los bosnios "sería incluso mejor".

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