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EE UU afirma que Irak ha movido misiles al norte del paralelo 36 en la zona de exclusión aérea

Irak ha activado los misiles antiaéreos que tiene situados al norte del paralelo 36, límite de la zona de exclusión de vuelo en la región de población kurda, según anunciaron ayer portavoces del Pentágono. De acuerdo con informes elaborados por los servicios secretos norteamericanos, el presidente iraquí, Sadam Husein, también ha ordenado el traslado de misiles al límite del paralelo 32, en la zona de exclusión aérea del sur del país. Irak pidió anoche la apertura de un diálogo con el Consejo de Seguridad de la ONU para buscar solución a la crisis.

Las dos zonas de exclusión áerea están bajo la supervisión de la coalición formada por Estados Unidos, Francia y Reino Unido.La información de este movimiento de baterías al norte del paralelo 36, confirmada por el portavoz del Pentágono, Bob Hall, se produce después de que Irak violara por tercer día consecutivo territorio kuwaití. 150 trabajadores entraron en territorio de Kuwait, aún después de que el Consejo de Seguridad advirtiera a Bagdad en la madrugada de ayer que deberá afrontar "graves consecuencias" por sus desafíos. Un portavoz de la Casa Blanca reiteró ayer que "no habrá avisos" sobre una intervención y una fuente diplomática occidental señaló: "Puede que ocurra algo pronto".

"No pueden seguir violando [las resoluciones de la ONU] y hay una clara estrategia de violaciones, sea con misiles o estas incursiones sobre almacenes u otras acciones que han realizado", señaló un portavoz de la Casa Blanca. "Ya veremos qué pasa, pero, como ya hemos dicho con anterioridad, no habrá aviso".

Nueva provocación

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El general Shalikashvili manifestó que la activación de misiles es una nueva provocación por parte del Gobierno de Bagdad para "llevar al límite" la delicada situación actual. Según el general, los iraquíes no han conectado aún los radares para guiar a los misiles, pero el hecho de que los SAM-2 y SAM-3 de fabricación soviética hayan sido colocados en la posición operacional puede provocar un peligroso accidente.

Los misiles, que han sido activados en los últimos días, habían sido retirados de los lanzadores y guardados en almacenes el pasado mes de abril, después de que las fuerzas aliadas presionaran para ello. "La acción por sí misma no es una violación de las demandas que efectuamos en abril", matizó Shalikashvili. "Sin embargo, forma parte de la conducta de llegar hasta el límite que está llevando a cabo Sadam. E un intento de ver cuan lejos puede llegar".

"Puede que ocurra algo pronto", comentó una fuente diplomática consultada por la agencia Reuter. "No nos gusta que Sadam nos tome el pelo". Aparentemente ajenos a este sentimiento occidental de tomadura de pelo, trabajadores iraquíes cruzaron ayer nuevamente la frontera con Kuwait para completar una tarea que sólo a Bagdad le parece perfectamente legal. Según informes de observadores de la ONU en la zona desmilitarizada, los iraquíes siguen desmantelando instalaciones fortificadas.

La de ayer fue una operación de menor envergadura que la de los dos días anteriores. Abdelatif Kabaj, portavoz de la misión de observadores de la ONU en la frontera entre Kuwait e Irak, dijo que alrededor de 150 trabajadores iraquíes volvieron a las instalaciones militares de la base naval de Um Qasr para llevarse todo cuanto podían. "Continúan con sus actividades desmantelando los edificios" comentó en una declaración telefónica a la agencia Reuter que dejó entrever cierta confusión en torno a la legalidad de la operación. Kabaj no dijo específicamente si la laboriosa tarea de los iraquíes constituye una violación del armisticio suscrito tras la derrota iraquí en manos aliadas en 1991: "No puedo afirmar que se trate de una violación. Esto no es muy serio De momento se trata de un pequeño incidente".

Los almacenes en cuestión y su contenido son de propiedad iraquí, pero según el dictamen de la comisión limítrofe de la ONU se encuentran técnicamente en territorio de Kuwait. La protesta de la ONU se basa en el hecho de que la recuperación del material, incluidos cuatro misiles chinos Silkworm incautados en la espectacular incursión del domingo, debían haber sido previamente autorizada y organizada en coordinación con los observadores de la ONU.

La ONU no reaccionó ayer a esta nueva incursión y sólo los 15 miembros del Consejo, en su calidad de integrantes del Comité de Sanciones, se reunieron para vigilar el bloqueo económico a Irak. Hasta el momento, las Naciones Unidas han estado evitando comprometerse en la elaboración de una resolución sancionadora del uso de la fuerza contra Irak y, a cambio, emite una cadena de duras declaraciones de condena. Como toque de atención hacia este tipo de conducta, el Consejo de Seguridad recordó en su declaración del lunes que fue precisamente un conflicto en esta frontera el que provocó el ataque occidental contra Irak en 1991.

Acción de Estados Unidos

Aunque las declaraciones no tienen la fuerza legal de una resolución su aprobación puede interpretarse como un apoyo moral a una hipótetica acción de Estados Unidos y sus aliados contra Sadam Husein.

La coalición occidental formada por Washington, Londres, París y Moscú no requiere en esta ocasión de un permiso específico de la ONU para iniciar la represalia militar una vez constatado que Irak está atentando contra los acuerdos de cese el fuego. Así se manifiestan algunos diplomáticos occidentales cuando señalan que Bagdad debe temer más un posible ataque del grupo occidental que una acción decretada inicialmente por la ONU. El presidente del Consejo de Seguridad, Yoshi Hatano, manifestó el lunes: "Las Naciones Unidas no van a emplear la fuerza inmediatamente".

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