Escasa eficacia anticontaminante de la prohibición de tráfico en Italia
Casi una docena de ciudades italianas, desde Bolzano, en los Alpes, hasta Bari, en la punta de la bota, sufrían ayer restricciones de tráfico en función del número de matrícula o incluso bloqueos totales para hacer frente a una contaminación insoportable. Sin embargo, hasta en su versión más extrema, inaugurada en Roma poco antes de las pasadas navidades, este tipo de medidas está demostrando tener una eficacia muy limitada, según ha reconocido Carlo Ripa di Meana, ministro de Medio Ambiente.El ministro ha asegurado, no obstante, que los bloqueos de tráfico resultan imprescindibles en emergencias como las actuales, pero también ha dicho que sólo una política decidida de revisión de combustibles y de desarrollo de los aparcamientos y el transporte, capaz de liberar permanente del tráfico a los centros urbanos, podrá evitar que las ciudades se ahoguen.
Grupos ecologistas, como Oikos o Legambiente, se oponen también a estas medidas por considerar que lo que el problema de la contaminación requiere es un control más eficaz y permanente por parte del Estado sobre los coches y las calefacciones. Los propios técnicos estiman que las mejoras ambientales registradas en las últimas horas en ciudades como Bolonia, Milán o Roma se deben más a una ligera desestabilización de las condiciones anticiclónicas, que desencadenan el efecto de inversión térmica asociado al envenenamiento del aire, que a las restricciones de tráfico.
Siguiendo el ejemplo de Roma, Florencia ha impuesto tres días de bloqueo casi absoluto de tráfico, desde las 7.30 hasta las 18.30, como ayer hizo Milán desde las 10.00 hasta las 17.00, mediante una decisión extendida igualmente a otros 34 ayuntamientos lombardos.
También en la capital de Italia estuvo cortado el tráfico -salvo las habituales excepciones de servicios públicos y de emergencia, motos de pequeña cilindrada y coches con motor catalizado- entre las 17.30 y las 20.30 del domingo, lo que perturbó gravemente los retornos de fin de semana, y entre las 15.30 y las 18.30 de ayer.
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